Álvaro Morata necesitaba este gol tanto como la Selección, que se había llevado un jarro de agua fría justo antes del final de los 90 minutos con el tanto de Pasalic que les condenaba a la prórroga. El delantero de la Roja, con la confianza de Luis Enrique intacta, se desquitó de las críticas y de los errores en la definición con un auténtico golazo que volvía a poner a España por delante en la prórroga ante Croacia.
El ariete recibió un medido centro desde el costado diestro, se acomodó el esférico con el pecho y, con la zurda, la puso donde no pudo llegar ni por asomo Livakovic. Celebró el tanto como había que hacerlo Morata, que lo necesitaba para reivindicar su papel en esta Selección.
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Croacia había tenido ocasiones en la prórroga para adelantarse, pero esta vez la pegada de España sirvió para ponerse nuevamente por delante en un partido loco que se va tiñendo de rojo.