La selección suspiró aliviada cuando el árbitro pitó el final del partido de Ginebra: tras cuajar una primera parte muy notable, el equipo de Luis Enrique se vio obligado a recular ligeramente, quizá víctima de un desgaste físico comprensible a estas alturas de temporada.
España sumó tres puntos, fundamentales para seguir aspirando a la primera posición del grupo, y dio un paso adelante en cuanto a juego, presión y competitividad. Solo los minutos finales empañaron una buena puesta en escena de España.
El equipo empezó mucho mejor que en partidos anteriores: más ágil, más fresco, más exigente y con más ganas de cumplir las premisas de Luis Enrique. Las premisas del seleccionador están muy claras: dio la sensación de que anoche, en Ginebra, los jugadores las asumieron y las aplicaron mejor que en los dos partidos anteriores.
De más a menos
Luego pasaron los minutos y el equipo acusó el cansancio, momento que los suizos aprovecharon para poner en apuros a España, en un tramo final convertido en un paseo por el abismo.
El gol como símbolo
El gol de Sarabia, siempre excelente cuando se pone a las órdenes de Luis Enrique, retrató lo mejor de España ante Suiza: un robo en zona adelantada, fruto de la presión de los delanteros, y una jugada bien resuelta por Ferran Torres, Marcos Llorente y el propio Sarabia.
Fueron los mejores minutos de España, que recordó por momentos al equipo que firmó grandes momentos en la Eurocopa.
Más que brillante, España jugó un partido serio: tocaba ganar, engancharse a Portugal en la pelea por el liderato del grupo, y se ganó, detalle relevante porque España venía de sumar sendos empates trufados de dudas.
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Luis Enrique presentó un once prácticamente calcado al que se midió a Portugal (la única excepción fue Marcos Llorente en sustitución de Carlos Soler): cabe suponer que en el próximo choque, el domingo en Málaga, volverán las rotaciones y continuará por lo tanto el debate sobre el once ideal de cara al Mundial, y eso que al equipo aún le faltan piezas que pueden ser fundamentales, como Pedri o el propio Ansu Fati, que anoche tampoco tuvo minutos.