“Partido grande y especial”. Así definió Dani Olmo en las redes sociales como afronta el duelo entre España y Croacia de los octavos de final de la Eurocopa que se disputa el lunes en Copenhague.
Dani llegó con 16 años a Zagreb para jugar en el Dinamo y muy pronto se convirtió en un jugador referencial no solo para su club, sino para todo el fútbol croata. Su nivel fue tan alto que incluso la Federación Croata intentó persuadirlo para que jugara en sus filas. El presidente, Davor Suker, lo buscó sin éxito.
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Dani Olmo nunca tuvo dudas en este sentido. La única selección con la que jugaría era la española. Dani lo hacía por sentimiento y también porque su proyección en las inferiores era muy alta. Había sido internacional en todas las categorías hasta ganar el Campeonato de Europa sub-21 en 2019. En la final ante Alemania marcó uno de los goles en la victoria por 2-1 y fue designado como el mejor jugador de la final. El delantero se convirtió el año siguiente en capitán de la Rojita, pero muy pronto fue reclamado primero por Robert Moreno y después por Luis Enrique para afrontar el reto de la selección absoluta.