Tras lograr la clasificación para los octavos de final con una contundente goleada ante Eslovaquia (0-5), la RFEF trabaja sin descanso para tener previstos todos los escenarios posibles. No está siendo nada facil para los enviados especiales poder seguir a la selección española por Europa aún en plena pandemia por la COVID y también está siendo complicado para los encargados de organizar los viajes y las concentraciones de la selección española.
El equipo de Luis Enrique viaja mañana a Copenhague, donde el lunes dirimirá los octavos de final contra Croacia (18.00 horas) y la RFEF barajaba la posibilidad de mantener su cuartel general en suelo danés en caso de superar a los croatas, para hacer un desplazamiento relámpago a San Petersgurgo para disputar la ronda de cuartos de final contra el ganador del Francia-Suiza.
Ante las dificultades para encontrar unas instalaciones para entrenar en Dinamarca, la RFEF ha alcanzado un acuerdo con el Zenit para poder utilizar su ciudad deportiva si se clasifica para disputar los cuartos de final. Así, en caso de superar a Croacia, la expedición española pondría rumbo a San Petersburgo el martes y se asentaría en la ciudad rusa hasta el día del encuentro, programado para el viernes 2 de julio (18.00 horas).
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Al margen de las facilidades ofrecidas por el Zenit, los responsables de la RFEF han tenido en cuenta motivos de aclimatación. Y es que Rusia está sufriendo una ola de calor con temperaturas superiores a Barcelona.