Adama Traoré fue la gran sensación de la selección española en el amistoso disputado ante Portugal. El jugador formado en la cantera del Barça ha protagonizado un enorme crecimiento tanto físico como futbolístico en la Premier League hasta el punto de que muchos rivales utilizaban todo tipo de artimañas para frenarle. El jugador respondió con un truco que le ha servido para ahorrarse muchos agarrones: untarse los brazos con aceite corporal.
Adama fue preguntado este jueves en rueda de prensa en Las Rozas por este aspecto y lo confirmó. "Era un secreto, pero veo que ya lo sabe todo el mundo", afirmó y explicó que la idea nació "con una lesión en el hombro, utilicé el aceite y fue bien". Adama consigue que las manos de los defensas resbalen y tengan más problemas para sujetarle.
El extremo destaca por su uno contra uno, incluso atrae a menudo a dos o tres defensas. Una virtud que quiere potenciar porque "así queda más espacio libre para mis compañeros" y poder generar ocasiones de peligro.
Genética especial
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Adama también ha sorprendido por su espectacular musculatura. Al respecto, el jugador dijo que en este punto hay pocos secretos: "Por mi genética ganó volumen muy rápido, no es por hacer pesas".