El Málaga empató 1-1 con el Tenerife gracias a un gol en el último suspiro del veterano delantero Rubén Castro, tras ser validado por el colegiado, requerido por el VAR, al verlo en el monitor a pie de campo después de haber sido anulado en primera instancia por indicación de su asistente, que apreció fuera de juego de Fran Sol.
En el estreno de 2023, malagueños y tinerfeños sumaron su cuarta jornada sin perder, pero también sin ganar, en un partido en el que el cuadro chicharrero, que enlazó su tercer empate y sigue cerca de la zona de peligro, se adelantó en su primer y único tiro a puerta por medio del inglés Samuel Shashoua, en el minuto 75, aunque el Málaga, en zona de descenso, igualó en el 88 gracias al grancanario Rubén Castro, con su quinto gol en Liga, y buscó sin éxito el triunfo.
El partido no se animó hasta el minuto 13, cuando una triangulación de varios jugadores del conjunto local propició un disparo flojo y centrado de Rubén Castro, desde el punto de penalti, que atajó el guardameta Juan Soriano, ex del Málaga.
El Tenerife dejó claro desde el inicio que iba a fiar su caudal ofensivo a las contras, frente a un Málaga que manejaba el balón, dominaba y se apoyaba en sus mejores futbolistas, como Aleix Febas, Jozabed Sánchez, Fran Villalba y Rubén Castro, para intentar poner en apuros la meta del cuadro insular.
El dominio malaguista, sin embargo, no se traducía en ocasiones claras ante un Tenerife que defendía bien su botín del empate y esperaba cualquier error local para intentar adelantarse en el marcador.
El Málaga, con la exquisitez de Febas y Villalba y el trabajo del delantero argentino Pablo Chavarría, seguía mandando, pero sin resultado alguno ante la portería defendida por el sevillano Soriano. La ocasión más clara la tuvo, cómo no, Rubén Castro, tras un centro de Fran Villalba, pero su disparo lo abortó el serbio Nikola Sipcic en la misma línea de gol.
El equipo de Pepe Mel quizás se hizo merecedor de llegar con un mejor resultado al descanso ante un Tenerife conservador y que prácticamente no se acercó a la portería defendida por Rubén Yáñez.
La segunda parte comenzó con cambios en ambos bandos, con la entrada del centrocampista local Álex Gallar por Genaro Rodríguez, que vio la quinta cartulina amarilla, y del inglés Shashoua por el canterano Teto en el Tenerife, al que le sentaron mejor las sustituciones, adelantó líneas, avisó con alguna acción peligrosa y metió al Málaga atrás.
Las prestaciones no eran las mismas en el Málaga, había bajado bastante el rendimiento y el Tenerife, más asentado, se aprovechó de tal circunstancia para llegar con peligro. Así, se mascaba el gol visitante, que llegó en una jugada por la izquierda en la que Borjas Garcés asistió a Shashoua para que el inglés, dentro del área chica, batiera a Yáñez en el 75.
Todo parecía predeterminado a una nueva derrota del Málaga, pero en una acción aislada Rubén Castro batió a Soriano con un tiro raso desde fuera del área en el 88. El gol fue anulado en primera instancia por fuera de juego de Fran Sol, pero, tras intervenir el VAR, el árbitro le dio validez tras observar en la pantalla a pie de campo que no había nada punible.
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A partir de ahí, y en los siete minutos de prolongación, el Málaga, apoyado por los más de 20.000 aficionados que acudieron a La Rosaleda, se volcó para conseguir un milagro que, finalmente, no llegó por la precipitación y el nerviosismo de sus jugadores por la delicada situación clasificatoria del equipo.