El partido que debía enfrentar a Huesca y Mallorca, correspondiente a la 27ª jornada del campeonato de Segunda División, fue suspendido a causa del mal estado del terreno de juego de El Alcoraz. La fuerte nevada y la intensa lluvia caída en las horas previas sobre Huesca dejaron el terreno impracticable.
Horas antes de la hora prevista para el inicio del encuentro (18 horas) ya se temió por su disputa. El equipo arbitral, comandado por el colegiado asturiano González Fuertes, comprobó a su llegada al recinto del Huesca que el campo estaba impracticable, con muchas zonas donde era imposible que rodara el balón. Tras mantener una reunión con representantes del Huesca y del Mallorca, el árbitro Gonzáles Fuertes decidió decretar la definitiva suspensión del encuentro. Ambos clubs intentaban pactar una nueva fecha para la disputa del partido, aunque en última instancia deberá ser la Federación Española de Fútbol la que fije la fecha.
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Huesca y Mallorca se encuentran en la zona baja de la clasificación, muy cerca de las posiciones de descenso, por lo que el enfrentamiento directo era de gran importancia en la lucha por la permanencia.