El coronavirus, en algunos pacientes con determinados cuadros clínicos de la Covid-19, produce anosmia, que no es otra cosa que la pérdida del olfato. Es uno de esos síntomas incómodos que no parecen estar relacionados con la gravedad de la enfermedad, y tal como ha podido hallar el Instituto Pasteur de París, el 'quid' de la cuestión se situaría en la mucosa olfativa, donde el virus puede permanecer hasta seis meses.
Aproximadamente el 50% de los pacientes con coronavirus sufren algún tipo de grado en la pérdida del gusto o el olfato, y aunque la mayoría de ellos se recuperan en pocas semanas, menos de la mitad lo poseen por completo al cabo de seis meses según un estudio del Hospital Guy's de Londres. La mucosa olfativa es un tejido en contacto con el sistema nervioso central, y tras el análisis de varios pacientes con anosmia, han descubierto que sigue habiendo restos de SARS-CoV-2 en la zona.
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Los resultados enseñan que, en personas con la Covid-19 recientemente y con pérdida del olfato, el virus invade las neuronas y otros tipos de células de la mucosa olfativa. La infección produce posteriormente la inflamación del tejido y la destrucción de las células afectadas. Si la pérdida es muy severa, estas neuronas olfativas maduras desaparecen por completo.