Los ciudadanos de Barcelona parecen haber hecho caso omiso a la norma que prohíbe tomar el sol o darse baños recreativos en la ciudad, pese a que las playas sí que han abierto para permitir el paseo sobre la fina arena. Todo se explica por un problema de comunicación: el Ayuntamiento, hasta ayer al mediodía, anunciaba que sí iba a permitir a las personas tumbarse para recibir vitamina D directamente del sol a partir de esta mañana, pero a última hora de la tarde cambió la normativa tras las numerosas críticas recibidas al situarse la capital todavía en Fase 0.
Por este motivo, algunos de los que han acudido a playas como la de la Barceloneta se han encontrado a primera hora de la mañana con poco hueco en la arena, con ciudadanos que se hacen 'los suecos' tras ser avisados de que no se permitía el baño recreativo o tomar el sol. ¿Un problema de comunicación, por lo tanto, o un ejemplo de picaresca española al intentar hacer creer que no se han percatado del cambio normativo?
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De todas formas, debe priorizar el distanciamiento social a la normativa: aunque se permitiese realizar estas actividades, algo que de momento no es así, Cataluña sigue siendo un importante foco de la Covid-19, por lo que cuando se logre entrar en la denominada 'nueva normalidad' no se pueden repetir imágenes como las que hemos visto a lo largo de esta mañana.