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Ortodoncia: ¿Cuándo se necesita y qué tipos hay?

ortodoncia

Las maloclusiones dentales afectan aproximadamente a un 90% de la población. Si no son tratadas, pueden derivar en anomalías de articulación temporomandibular (ATM), de habla y de masticación, desgaste de esmalte en las piezas dentarías y problemas en las encías (enfermedad periodontal).

Existen muchos motivos relacionados con el movimiento de los dientes, pero algunos de los más comunes serían: la pérdida de soporte óseo por enfermedad periodontal (enfermedad de las encías) o el traumatismo dental por bruxismo (apretar los dientes). Hábitos como la interposición labial, la deglución atípica o la persistencia de la deglución infantil, el hábito de hacer mal la deglución o tragar de una manera incorrecta, provocan que la presión de la lengua separe los dientes, comprima el maxilar y se pierdan algunas piezas dentales. Por otro lado, es probable que por naturaleza, la posición de los dientes no sea la adecuada, muchas veces por falta de perímetro óseo o por estructuras dentales muy grandes o muy pequeñas, y que la erupción de las muelas del juicio genere mucho movimiento de los dientes. Otra posibilidad es el patrón muscular heredado de nuestros padres. “Los patrones braquicefálicos -pacientes con una musculatura más fuerte- pueden provocar la sobremordida, mientras que patrones dolicodefálicos, -pacientes con musculatura laxa-, tienen más tendencia a una mordida abierta, y esto también implica movimiento de las piezas dentales”, explica el doctor Shum Prats, especialista en ortodoncia de Corachan Dental y Maxilofacial. Además de alguna de estas causas, o una combinación de varias de ellas, puede existir un factor genético en el origen del movimiento o colocación anómala de las piezas dentales.

Anomalías dentales

  1. Apiñamientos dentales. Los dientes que no tienen espacio suficiente suelen amontonarse. Algunas piezas, debido a la falta de espacio, pueden incluso no salir. En casos severos en adultos se precisa de exodoncias (extracción) dentales para lograr el alineamiento dental.
  2. Mordida cruzada. Se considera mordida normal cuando los dientes superiores cierran sobre la parte externa de los dientes inferiores. La mordida cruzada es cuando los dientes superiores muerden dentro de los dientes inferiores. Puede ocurrir en uno o ambos lados de la mandíbula y puede afectar a los dientes delanteros o traseros.
  3. Dientes retenidos. Cuando el apiñamiento impide que salgan algunos de los dientes definitivos, por falta de espacio.
  4. Diastema. Espacio entre dos dientes, generalmente los dientes frontales.
  5. Diente impactado. El que normalmente no puede salir a través de la encía. Los tratamientos posibles incluyen quitar el diente o exponerlo para poder traicionarlo a su correcta posición.
  6. Mordida abierta. Los dientes frontales no se superponen con los dientes inferiores. Una mordida abierta que afecta a los dientes frontales se conoce como mordida abierta anterior.
  7. Sonrisa poco estética. Con la recuperación de la armonía facial, solucionamos este defecto y sin duda el resultado en la sonrisa es más satisfactorio.

Por estética y funcionalidad, que van estrechamente de la mano, en muchos de estos casos se recomienda el tratamiento con ortodoncia.

La forma del paladar

El paladar se compone de dos huesos. Estos huesos se van fusionando durante la pubertad. Al fusionarse puede ocurrir que sea demasiado estrecho, haciendo que podamos tener problemas desde la deglución a mala respiración. En este sentido, se busca un mecanismo que permita al paladar ser más ancho, es decir, tener formado más hueso a nivel de sutura de esos dos huesos.

Tener un paladar demasiado estrecho abovedado en su parte central puede ser por debido a varias razones. En primer lugar, puede ser debido a factores genéticos, pero también puede ser debido a factores externos. Muchos de estos problemas se deben a la manera en la que respiramos, al uso prolongado del chupete, biberón o incluso por succionar el dedo.

También es posible corregir la mandíbula mediante un tratamiento de ortodoncia cuando aún no ha concluido el desarrollo del maxilar y mandibular. Durante la adultez, puede resultar más complicado de solucionar, aunque hay técnicas para restablecer la armonía a la dentadura y el rostro.

A partir de los 6 años

La dentición permanente también se conoce como dentición definitiva y empieza a realizar su función de recambio a los 6 años y culmina entre los 18 y 25 años, con la erupción de los terceros molares (o muelas del juicio).

La edad adecuada para tratar las maloclusiones dentales varía según el tipo, problema, y gravedad. Se aconseja visitar al especialista tan pronto como se detecte el problema. No obstante, es indicado realizar una visita anual a partir de los 6 años de edad del paciente para analizar el crecimiento y desarrollo del niño. La ortodoncia interceptiva en niños puede empezarse a temprana edad. “Desde los 6 años ya podemos detectar y prevenir futuras maloclusiones, su objetivo es la correcta erupción de los dientes, la corrección de la estructura ósea y la correcta colocación de los dientes definitivos para lograr una oclusión ideal”, afirma el especialista en ortodoncia de Clínica Corachan, Dr. Prats. Y, añade que, “como en toda técnica, la experiencia en el diagnóstico y planificación de los tratamientos por parte del ortodoncista es básica para lograr un resultado satisfactorio”.

La ortodoncia, como especialidad, debe buscar en todo momento mejorar el bienestar de los pacientes. Además de una mejora estética alineando los dientes, debe pretender lograr una oclusión correcta que permita una excelente masticación y un buen funcionamiento de la articulación temporo-mandibular, alejando el paciente de posibles parafunciones. El objetivo de la ortodoncia es corregir los defectos en la posición de los dientes en la boca y las alteraciones de los huesos en que estos se insertan para obtener su correcta alineación, una buena oclusión y una mordida adecuada.

Unos dientes en la posición idónea deben encajar correctamente entre ellos, sin desgastarse ni sufrir problemas de las encías debido a la mala posición. Además, un tratamiento ortodóncico global debe procurar el equilibrio de las funciones que realiza la boca para mejorar sustancialmente la salud de nuestros pacientes. Y, de este modo, la sonrisa perdurará en el tiempo y no aparecerán los desagradables y cada vez más frecuentes cambios en la posición de los dientes después del tratamiento de ortodoncia.

Procedimiento

Es importante realizarse una revisión dental completa para asegurar que la boca se encuentra sana y limpia, antes de colocar los brackets. Por ello se realiza una higiene dental y se solicita un control periodontal para asegurar que todas las estructuras que envuelven al diente están sanas.

Antes de la colocación de la aparatología –explica el especialista en ortodoncia- “hacemos un estudio de ortodoncia, que consiste en realizar una serie de registros, como radiografía lateral de cráneo, para realizar un estudio cefalométrico, una ortopantomografía, registros fotográficos y modelos digitales 3d. Con todos estos registros comprobamos la evolución del tratamiento”. Y añade que “hay que asegurarse previamente que el paciente tenga un buen hábito de higiene bucal, que no existan caries dentales, ni enfermedad de las encías”, puntualiza Prats.

Existen distintos modelos de ortodoncia en el mercado: desde los brackets más tradicionales hasta las férulas transparentes, alineadores dentales como pueden ser los de la firma Invisalign, prácticamente imperceptibles y removibles que permiten al paciente hacer vida normal sin las molestias que puede causar una ortodoncia fija convencional.

Tipología de brackets

  • La ortodoncia convencional con brackets metálicos es el tipo de aparato dental más tradicional y están fabricados con acero inoxidable.
  • La ortodoncia con brackets autoligables cuenta con un mecanismo que actúa como tapa haciendo que el bracket se pueda mover libremente sin que el arco se descoloque.
  • La ortodoncia con brackets estéticos responde a un tipo de ortodoncia más estética, ya que el bracket intenta mimetizar el color del diente. Puede estar fabricado en zafiro o cerámica.
  • La ortodoncia Invisalign es el tratamiento de ortodoncia más novedosa actualmente. Consta de férulas transparentes que, además de ser casi imperceptibles y por tanto estéticas, proporcionan mayor comodidad a los pacientes frente a los brackets. También disminuyen el tiempo de tratamiento y se pueden quitar para comer y lavarse los dientes facilitando la higiene bucodental.

El Dr. Prats explica que Invisalign funciona con la colocación de unos alineadores transparentes extraíbles que se cambian cada 15 días o semanalmente durante todo el periodo del tratamiento, dependiendo de cada caso. Los alienadores son personalizados para cada paciente y se fabrican a medida. Se puede hacer un seguimiento del tratamiento mediante el visualizado en 3d. Este tipo de técnica permite llevar una vida diaria normal mientras corrige la mala posición de los dientes con el máximo nivel de estética de una manera eficaz, invisible, indolora y removible. Para que este tratamiento sea efectivo, el uso óptimo recomendado es de 20 a 22 horas al día, permitiendo al paciente comer y cepillarse los dientes de forma habitual. Con este tratamiento los tiempos de visita se reducen en comparación a un tratamiento de ortodoncia convencional y las vistas de revisión se hacen aproximadamente cada 4 semanas.

Resultado

Los resultados que se consiguen con un tratamiento de ortodoncia, tal como señala el especialista de Clínica Corachan, son:

  • Solucionar las maloclusiones y las malposiciones que afectan de forma directa a la salud. Con ello, recuperamos la total funcionalidad de la boca y la estructura dental
  • Disminución del desgaste dental
  • Eliminación de dolores provocados por una mala mordida
  • Reducción del desplazamiento dental con los sistemas de retención posteriores al tratamiento
  • Mayor higiene dental
  • Menor probabilidad de padecer caries o enfermedades periodontales
  • Reducción del bruxismo
  • Mejora de ingestión y digestión de alimentos, gracias a una correcta masticación
  • Corrección de problemas de pronunciación

Hábitos a instaurar

Una vez se le colocan los brackets, se deberá mantener una buena higiene, para lo que una buena rutina de cepillado es importante. Igualmente, habrá que vigilar la alimentación. Con ortodoncia fija, algunos alimentos muy duros pueden hacer que se despeguen los brackets, esto no pasa con Invisalign, ya que con este tipo de técnica, como los alineadores son removibles, se puede hacer vida normal.

También se tendrán que respetar las visitas pautadas, para realizar las revisiones mensuales. En especial en el caso de ortodoncia removible, es importante respetar el tiempo de uso pactado.

En general, durante el tratamiento con ortodoncia, se aconseja evitar alimentos muy duros o pegajosos como pipas o kikos, bocadillos o manzanas comidos a mordiscos, o determinados chocolates o turrones. También hay que cepillarse de tres a cinco minutos los dientes, y no unos dos como sería sin llevar ortodoncia, porque los propios brackets favorecen la acumulación de restos de comida entre ellos y dificultan, asimismo, la limpieza de los dientes. Se recomienda un cepillo manual especial para ortodoncia o un cepillo eléctrico, además de un irrigador bucal.

Los tratamientos con ortodoncia suelen durar unos 18 meses, según indica el especialista en ortodoncia de Corachan Dental y Maxilofacial. Y detalla que “existen tratamientos sencillos que duran entre 7 y 12 meses, mientras que otros requieren un mínimo de 24 o 36”. Dependiendo de la gravedad de la maloclusión, en maloclusiones leves es posible –según dice- solo colocar aparatología en una de las arcadas dentales.

Recidiva

En cualquier tratamiento de ortodoncia existe la recidiva, esto quiere decir que los dientes tienen memoria y siempre tendrán la tendencia a volver a la posición inicial. La retención es una fase más del tratamiento, tanto en ortodoncia fija como en alineadores, y el objetivo es que los dientes no regresen a la posición inicial, ya que estos tienen una tendencia natural a moverse, por eso necesitamos algo que los frene y los mantenga en su lugar ideal después del tratamiento.

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Para ello, existen varios tipos de retenciones, como la retención fija, un fino alambre adherido con resina a la cara interna de los dientes, que ni se ve, ni causa molestia. También existen placas transparentes de ‘quita y pon’ para usar solo de noche.

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