El papel de la Organización Mundial de la Salud en la actual pandemia de coronavirus (SARS-CoV-2) está siendo muy criticado desde el prisma político: Estados Unidos ha retirado su apoyo a la entidad supranacional por, supuestamente, apoyar al 'comunismo' chino, a quien culpan de ser el origen del patógeno; otros Gobiernos, aceptando sus recomendaciones, han obligado tarde al uso de mascarillas entre la población general. Pero la OMS no se queda parada, y durante el pasado fin de semana, una delegación se ha trasladado a China para investigar sobre el origen del coronavirus.
Dos expertos ya se encuentran sobre el terreno trabajando junto a investigadores chinos, pertenecientes al Ministerio de Ciencia y Tecnología y a la Comisión Nacional de Salud: la misión de todos es identificar con exactitud la fuente del coronavirus, algo que facilitará mucho el trabajo a los cientos de laboratorios que están intentando encontrar una vacuna efectiva en una carrera a contrarreloj.
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Una portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores del país asiático ha revelado que la OMS y China han logrado un "consenso fundamental de que el rastreo del origen es un tema científico que los expertos deberían estudiar mediante la investigación y la cooperación entre estados en todo el mundo". Por este motivo, se quiere saber si realmente fue el pangolín o el murciélago el huésped intermedio del coronavirus, o si realmente fue otro animal.