Una moda muy peligrosa que se ha extendido durante años ha sido poner los pies sobre el salpicadero del coche, pero lo que nadie repara es qué ocurriría con la persona que hace esta acción si tienen un accidente frontal con otro vehículo. Precisamente la radiografía que hoy se ha viralizado en redes sociales (pese a que el tuit es bastante antiguo) nos permite observar las consecuencias de una costumbre que debería desaparecer, y no solo por la multa que puede conllevar.
En la imagen que adjunta la usuaria @VdeVeroReal, se observa cómo el fémur ha quedado desprendido de su posición original. El problema es que aunque el copiloto en este caso llevase el cinturón de seguridad, la presión ejercida por el golpe provoca que el vehículo modifique su forma para intentar hacer el menor daño posible a los ocupantes. Además, los airbag saltan y presionan contra el cuerpo para evitar daños en zonas vitales como la cabeza o el abdomen.
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La pierna, en este caso, queda atrapada, y se desprende como si fuese un fino papel de fumar, por lo que podemos decir que la postura es poco adecuada, y además de los 100 euros de multa que nos pueden poner, puede ser el motivo por el que entremos a quirófano, sin saber si saldremos con vida de él.