NEUROLOGÍA

Llegan las heladas: este es el drama real de los accidentes de tráfico y sus secuelas

El 5% de los que han sufrido un siniestro en carretera acaban teniendo secuelas neurológicas graves, de por vida, como lesiones medulares o daño cerebral

El 85% de las víctimas de accidentes de tráfico sufren graves secuelas neurológicas. / SEPA

Rebeca Gil

A veces reducimos las consecuencias de los accidentes en carretera a una mera cifra de muertos. Pero la tragedia es mucho más amplia. Sobre todo si tenemos en cuenta que más de un 5% de los siniestrados acaban teniendo secuelas neurológicas graves, de por vida.

Los datos aportados por la Dirección General de Tráfico (DGT) señalan que, en el último año, cerca de 130.000 personas se vieron involucradas en un accidente de tráfico, de los cuales casi 1.800 fallecieron y más de 8.500 necesitaron de hospitalización superior a veinticuatro horas.

Pues bien, de todos los accidentados que tuvieron que ingresar en un hospital como consecuencia de estos accidentes, el 85% sufrieron secuelas permanentes de carácter grave, como lesiones medulares o daño cerebral, entre otras, según los datos que maneja la Sociedad Española de Neurología

El traumatismo craneoencefálico por accidente supone el 60% de los casos de daño cerebral adquirido. / Adobe Stock.

Además, esta sociedad científica estima que, aproximadamente0, el 5% de los nuevos casos de lesión medular debido a un traumatismo se producen en accidentes de tráfico.

Por su parte, el traumatismo craneoencefálico por accidente supone el 60% de los casos de daño cerebral adquirido, siendo la principal causa de discapacidad en jóvenes.

Y aunque es cierto que las campañas preventivas puestas en marcha por la DGT desde hace unos años han logrado reducir los accidentes de tráfico, lo cierto es que estos siguen siendo la octava causa de muerte a nivel global y la primera en el grupo de edad entre 5 y 29 años.

Los neurólogos advierten sobre el peligro de los patinetes eléctricos

Cuando hablamos de accidentes de tráfico entendemos siniestros en los que están implicados automóviles, motos o bicicletas. Pero en los últimos tiempos otro elemento a irrumpido en la movilidad de pueblos y ciudades: el patinete eléctrico. 

De hecho, los expertos en neurología de la SEN quieren poner el foco en el preocupante incremento de traumatismos craneoencefálicos por accidentes con patinetes eléctricos, sobre todo entre la población pediátrica, por su uso sin caso. 

No se trata de un problema menor porque según los datos que aportan los neurólogos, alrededor del 34% de los traumatismos craneoencefálicos entre menores de edad se deben al uso del patinete eléctrico. 

Y, tal y como apuntaba un reciente estudio del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, en los últimos años, se han detectado un 40% más de accidentes de niños en patinete eléctrico, lo que ha hecho que los casos de traumatismos craneoencefálicos atendidos en los servicios de urgencias asociados a estos siniestros se hayan disparado un 27,5%.

La importancia de la neurofisioterapia en el tratamiento

Explica Selma Peláez, Coordinadora de la Sección de Neurofisioterapia de la Sociedad Española de Neurología:

  • “Es necesario poner el foco en la prevención de los accidentes de tráfico para evitar tanto las pérdidas de vidas como la discapacidad en los supervivientes, pero también es indiscutible la necesidad de prestar atención y asistencia a las personas con secuelas permanentes”,

Precisamente para atender a estos pacientes con secuelas, añade la doctora:

  • "Es imprescindible que las víctimas de accidentes de tráfico que sufren un daño cerebral o una lesión medular reciban un tratamiento específico de neurofisioterapia de forma precoz e intensiva”. 

La neurofisioterpia es esencial en el tratamiento de las lesiones cerebrales. / Adobe Stock.

Este tipo de tratamientos no es otra cosa que fisioterapia especializada en el ámbito neurológico.

  1. Los especialistas estudian qué tipo de daños ha provocado el accidente de tráfico en el sistema nervioso
  2. Determinar qué funciones (sensitivas, de movimiento…) han sido afectadas
  3. Una vez determinada la afectación se inicia el tratamiento que tiene por objetivo “minimizar las secuelas que puedan conllevar una merma en su autonomía y calidad de vida”, además de prevenir posibles complicaciones derivadas de estas lesiones. 

“Y dicho abordaje deberá tener un enfoque individualizado y basado en el ejercicio terapéutico, siempre teniendo en cuenta las preferencias y objetivos de la persona afectada, así como los condicionantes familiares y de su entorno de forma que se establezca un plan neurorrehabilitador integral y personalizado”.

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