Insuficiencia cardíaca: síntomas, diagnóstico y su peligrosa relación con el sobrepeso y la obesidad

La insuficiencia cardiaca es un problema crónico provocado porque el corazón no es capaz de bombear suficiente sangre al organismo.

Entre sus síntomas se encuentran:

• La disnea (falta de aire por causa cardiaca)
• La dificultad para realizar ejercicio o actividades físicas habituales.

Pero esto ocurre cuando producen síntomas, porque en sus fases iniciales el paciente puede no notar molestia alguna.

Síntomas de la insuficiencia cardiaca

Aunque ya hemos visto los dos más generales, los cardiólogos de la Fundación Española del Corazón detallan cuáles son los signos más habituales de esta patología cardiaca: 

• Cuando descubrimos que esfuerzos normales, que antes se realizaban sin problema, empiezan a producir un cansancio anormal.
• Fatiga. 
• Falta de apetito o sensación de plenitud del abdomen.
• Tos seca y persistente.
• Confusión, mareo, pérdidas de consciencia a causa de la falta de flujo sanguíneo en el cerebro. 
• Retención de líquidos localizada normalmente en las piernas, los tobillos o el abdomen. 
• Falta de aire al realizar esfuerzos. 

La evaluación de estos síntomas y signos es un elemento clave para llegar al diagnóstico, aunque es necesario realizar exploraciones complementarias para confirmarlo.

Como explica el doctor Vicente Arrarte, miembro de la Sociedad Española de Cardiología.

“Además de la intolerancia al esfuerzo, hay algunas características más específicas de la insuficiencia cardiaca, como la presencia de:

• Bendopnea (disnea al atarse los zapatos)
• Ortopnea (disnea más evidente al acostarse)”.

¿Qué relación tiene la insuficiencia cardiaca con la obesidad?

Entre las causas más habituales que están detrás de la insuficiencia cardiaca podemos enumerar:

• Los problemas en las arterias coronarias
• Haber tenido un infarto
• Problemas en las válvulas del corazón
• Arritmias
• Hipertensión.
• Y a todas estas hay que añadir una más: la obesidad. 

Los cambios en los hábitos de vida de la sociedad actual, con dietas de alto contenido calórico y un sedentarismo generalizado, están multiplicando la incidencia y prevalencia de la obesidad a nivel mundial. 

La obesidad es actualmente una enfermedad muy prevalente, con tendencia epidémica, de etiología multifactorial y en algunos casos sumamente compleja que causa múltiples complicaciones metabólicas.

• El sobrepeso y la obesidad constituyen uno de los principales factores de riesgo para padecer enfermedad cardiovascular.
• Igualmente, la obesidad es un factor de riesgo para el desarrollo de insuficiencia cardiaca, pudiendo incluso duplicar el riesgo de desarrollarla.

La doctora Raquel Campuzano, presidenta anterior de la Asociación de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la SEC, enumera algunos factores de riesgo que aumentan la probabilidad de insuficiencia cardiaca en el paciente con obesidad dejando claro que “muchos de ellos concurren en estos pacientes”

• “La edad mayor de 65 años
• La presencia de hipertensión arterial
• Diabetes mellitus
• Enfermedad renal crónica
• Antecedentes de cardiopatía isquémica
• Fibrilación auricular”.

Así, algunos estudios muestran que el riesgo de insuficiencia cardiaca se incrementa un 5% en hombres y un 7% en mujeres por cada punto de incremento en el índice de masa corporal. 

Los problemas de diagnóstico en los pacientes con obesidad

Para el diagnóstico de la insuficiencia cardiaca existen varias herramientas. Un electrocardiograma normal tiene un excelente valor predictivo negativo para descartar la insuficiencia cardiaca. 

Además, la medición de biomarcadores plasmáticos, la ecocardiografía y otras técnicas de imagen son clave para llegar al diagnóstico.

Pero claro, para someter al paciente a todas estas pruebas hay que estar muy atento a los síntomas.

Y el problema es que, a pesar de todos los problemas que para el corazón supone la obesidad, los especialistas se encuentran en con dificultades para diagnosticar la insuficiencia cardiaca en este tipo de pacientes. 

La causa es que el principal síntoma de esta patología cardiaca es la intolerancia al esfuerzo, un signo que en pacientes con exceso de peso se suele atribuir a la propia obesidad en lugar de a la insuficiencia cardiaca.

• “El diagnóstico de la insuficiencia cardiaca en los casos de obesidad, especialmente en fases iniciales, constituye un auténtico desafío clínico porque los pacientes con obesidad presentan con frecuencia otras comorbilidades que hacen aún más complejo su diagnóstico”, subraya la doctora Raquel Campuzano. 

Por esta razón, se debe realizar un trabajo conjunto entre cardiólogos y endocrinos con el fin de confirmar o descartar la insuficiencia cardiaca en pacientes con obesidad. “El diagnóstico y tratamiento precoz de la insuficiencia cardiaca en personas con obesidad conlleva mejor pronóstico, por lo que aunar esfuerzos entre especialidades siempre es positivo”, coinciden la doctora Campuzano y el doctor Arrarte.