Las autoridades sanitarias de Reino Unido han lanzado este miércoles un preocupante aviso: aquellas personas con historial de alergias severas deberán abstenerse de la vacuna contra la Covid-19, al menos la de Pfizer, hasta que se descubra lo que ha ocurrido con dos trabajadores del sector sanitario que tras ponerse la primera dosis, sufrieron sendos shock anafilácticos como consecuencia de una reacción grave.
Por suerte, ambos tenían autoinyectores de adrenalina, además de haber recibido la ayuda necesaria en este caso, pero lo cierto es que si analizamos su historial médico, descubrimos que los dos hombres habían sufrido ataques como este en el pasado. De ahí que el organismo regulador británico de medicamentos pide que no se administren dosis a ninguna "persona con un historial de una reacción alérgica significativa a una vacuna, medicamento o alimento, o aquellos a quienes se les haya recomendado que lleven un autoinyector de adrenalina".
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Ayer se vacunaron en Reino Unido más de 5.000 personas, y antes de este enorme número, otras 30.000 se han sometido a los ensayos clínicos de la vacuna contra la Covid-19, pero por precaución, Reino Unido ha lanzado este aviso junto a la obligación de tener equipos de reanimación allí donde se ponga este fármaco.