REUMATOLOGÍA

Enfermedades reumáticas autoinmunes sistémicas: cuáles son y por qué el sexo marca la diferencia

El 75% de los pacientes que sufren una enfermedad reumática autoinmune sistémica son mujeres.

El sexo marca la diferencia de las enfermedades reumáticas autoinmunes sistémicas.

Las enfermedades reumáticas autoinmunes sistémicas (ERAS) son unas patologías que tienen en común que el sistema inmune del paciente no funciona correctamente y ataca a las estructuras del cuerpo. 

Las principales, de las muchas clasificadas por los reumatólogos serían:

Lo curioso de las enfermedades reumáticas autoinmunes sistémicas (ERAS) es que son más habituales entre mujeres.

Según los especialistas de la Sociedad Española de Reumatología (SER) aproximadamente un 4% de la población mundial tiene alguna ERAS y, de ese total, el 75% son mujeres, lo que hace una proporción de 10 mujeres versus 1 hombre. 

  • Y no solo eso, “lo más relevante es que en los países desarrollados son la principal causa de mortalidad en mujeres menores de 65 años y ocasionan gran morbilidad”, añade la doctora Blanca Hernández, reumatóloga del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla. 

Diferentes síntomas entre hombres y mujeres

Que las enfermedades reumáticas autoinmunes sistémicas sean más habituales entre las mujeres no es la única influencia del sexo del paciente en estos casos.

También los síntomas de estas enfermedades son distintos entre ambos sexos. Aunque como advierte la doctora Hernández:

"La investigación al respecto acaba de comenzar y, a menudo, se ve confundida por otros determinantes como la raza, la edad y el nivel sociocultural e, incluso, aun por sesgos de género en la propia investigación”. 

Estas diferencias están muy claras en determinadas patologías, como por ejemplo la espondiloartritis.

  • En ella, la afectación axial (cabeza y tronco) y la artritis destructiva periférica es más común en los varones
  • Mientras que en las mujeres la enfermedad provoca una peor función física y calidad de vida

Otro síntoma característico de esta patología, como es la afectación ocular grave, es poco común en mujeres con espondiloartritis, mientras que es severa y grave si ellas sufren sarcoidosis. Además, las mujeres tienen mayor afectación extracraneal cuando padecen arteritis de células gigantes. 

El lupus eritematoso sistémico afecta a 10 mujeres por cada 2 hombres. / DoctorInternet. Wikimedia Commons.

Más pacientes entre las mujeres que entre los hombres

Los números también señalan claramente las diferencias entre las ERAS según se trate de hombres o mujeres.

  • Según estudios actuales, el síndrome de Sjögren afecta a 10 mujeres por cada hombre
  • Un dato muy parecido al del lupus eritematoso sistémico y la colangitis biliar, donde la proporción es de 10 a 2. 

En cuanto a otras patologías de este tipo, la balanza también se suele inclinar en contra de las mujeres, ya que, según los datos de la SER

  • El síndrome de antifosfolípido afecta a 9 mujeres por cada hombre
  • La enfermedad tiroidea autoinmune (enfermedad de Graves y enfermedad de Hashimoto) es de 10 mujeres por cada 3 hombres
  • La proporción en esclerosis sistémica y miastenia gravis es 6 a 1.

De hecho, son muy pocas las ERAS que afectan por igual a ambos sexos (la vasculitis ANCA+, la granulomatosis o la artritis psoriásica), y solo dos patologías, las espondiloartritis y la enfermedad de Behçet son más frecuentes en varones. Aunque como matiza la especialista, “en el caso de las espondiloartritis hay un infradiagnóstico en las mujeres”.

Algunos tratamientos son menos eficaces en las mujeres / Freepik.

Diferencias en el diagnóstico y en la respuesta a los tratamientos

Además de todas las diferencias ya vistas, la reumatóloga señala también las diferencias en el ámbito del diagnóstico debido precisamente, a ese sesgo de sexo.

Así, “hay retraso en el diagnóstico siempre en aquellas enfermedades que predominan en las mujeres y se presentan en los hombres y viceversa. Por ejemplo, el diagnóstico de esclerodermia, lupus o vasculitis de Takayasu se retrasa en los hombres y el de espondiloartritis en mujeres. Esto es porque los sanitarios tenemos ciertos patrones establecidos de la enfermedad”. 

A todas estas diferencias hay que sumarles una más y es la efectividad de los fármacos.

Y es que, en este ámbito, la doctora Hernández señala que “se empiezan a definir diferencias en la farmacocinética y la farmacodinámica de, por ejemplo, los fármacos biológicos tipo TNFI y otras inmunoterapias, que en algunos estudios tienen tasas de respuesta menores en mujeres.

También se han observado diferencias en la presencia de comorbilidades.

  • La cardiopatía isquémica y la insuficiencia cardiaca se diagnostican y tratan menos en mujeres que en hombres
  • Y, a la inversa, la osteoporosis se diagnostica y trata menos en los hombres”. 

“Afortunadamente la visión de perspectiva de sexo/género, tan interconectadas en la biología de la enfermedad empieza a investigarse y a tenerse en cuenta”, señala la experta. 

Pulsa para ver más contenido para ti