Medio año después de que el coronavirus nos obligase a permanecer confinados durante 3 meses en casa, seguimos con dudas sobre los diferentes tipos de pruebas que existen en el mercado para detectar si padecemos la enfermedad Covid-19, provocada por el patógeno SARS-CoV-2. ¿Qué diferencias hay entre una PCR, un test rápido, o una serología? ¿Qué es la prueba Elisa, que tan de moda se ha puesto en las últimas semanas?
PCR
Es la prueba más sensible y fiable actualmente, y aunque puede ofrecer falsos positivos o negativos (como en cualquier otro tipo de test para otra patología), la PCR. Se puede conocer el resultado en unas 4 horas, aunque debido a los retrasos de los laboratorios, sabremos si somos positivos o negativos entre 1 o 2 días después. Eso sí, es el procedimiento más caro: 100 euros contando la mano de obra.
TEST DE ANTÍGENOS
Muchas comunidades autónomas han adquirido estas pruebas para detectar el virus, y aunque al principio de la pandemia eran poco eficaces, ahora su sensbilidad y efectividad ha mejorado mucho (este parámetro depende del laboratorio). Es muy barato (menos de 10 euros por prueba) y se puede conocer el resultado en 10-15 minutos gracias a una muestra de saliva o procedente de la nariz.
SEROLOGÍA
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Son pruebas más precisas que se dividen en dos: las rápidas, y los test Elisa:
- Pruebas rápidas: poca sensibilidad, y daban entre marzo y abril muchos falsos positivos o negativos. Aunque ha bajado su precio, no son baratas. Eso sí, en 10 minutos, se puede conocer el resultado.
- Test Elisa: se extrae sangre para detectar anticuerpos, y nos permite conocer la evolución de la enfermedad en el paciente (sobre todo, en casos graves). No es precisamente una prueba rápida, pero sí bastante sensible.