Nutrición

Dieta nórdica: la mejor ayuda para reducir el nivel de colesterol y de azúcar

Hasta ahora, los beneficios de la dieta nórdica se creían atribuidos únicamente a la pérdida de peso, pero un nuevo estudio evidencia una reducción notable en los niveles de azúcar y colesterol en sangre

Sus indicaciones nutricionales logran aportar cantidades considerables de ácidos grasos, minerales, vitaminas y materias vegetales

Dieta nórdica

Sergio F. Núñez

Se busca dieta, o cambio alimenticio, que sirva para algo más que para perder peso y reducir el índice de grasa corporal del individuo. Un cambio en la forma de comer que puede mejorar valores como el azúcar en sangre o reducir al mínimo el colesterol.

Y aquí está. Es una modificación venida de las frías tierras de Dinamarca y que ha sido descubierta por investigadores de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Copenhague. Y es que, según dice la ciencia, la dieta nórdica es capaz de prevenir la aparición y reducir el riesgo de sufrir varias enfermedades cardiovasculares y obesidad gracias a su particular mezcla de alimentos como bayas, verduras, pescado y cereales integrales.

Son esos los ingredientes principales del concepto de dieta nórdica que en los últimos diez años ha sido reconocida nivel mundial por sus niveles de sostenibilidad y salubridad.

Lo explica Lars Ove Dragsted, investigador del mencionado estudio y jefe de sección del Departamento de Nutrición, Ejercicio y Deportes de la Universidad de Copenhague. “Es sorprendente porque la mayoría de la gente cree que los efectos positivos sobre el azúcar y el colesterol en la sangre se deben únicamente a la pérdida de peso. Aquí, hemos descubierto que éste no es el caso. También intervienen otros mecanismos”,

¿Para qué es buena?

Estas indicaciones nutricionales logran aportar cantidades considerables de ácidos grasos, minerales, vitaminas y materias vegetales.

Este grupo de alimentos tiene un efecto positivo en nuestra salud ya que reducen el riesgo de sufrir diferentes afecciones como:

  • Coágulos sanguíneos.
  • Diabetes tipo 2.
  • Presión arterial y niveles de colesterol altos.
  • Enfermedades cardiovasculares en general.

Queda demostrado que la composición única de las grasas seleccionadas en la dieta nórdica juega un papel importante”. Y sus beneficios van más allá de la pérdida de peso.

Las grasas insaturadas omega-3 y omega-6, provenientes del pescado, las semillas de lino y el girasol constituyen una mezcla realmente beneficiosa para nuestro organismo.

Es una explicación más que obvia sobre por qué la dieta nórdica tiene un beneficio tan notable sobre nuestro cuerpo, a pesar de que no se reduzca el peso.

Así son las recomendaciones de la dieta nórdica

Los países nórdicos tienen establecidas una serie de claves muy presentes en la alimentación de sus habitantes.

Las conocidas como The Nordic Nutrition Recommendation, desarrolladas por expertos en nutrición y dietética, se adoptaron en 2012 y serán actualizadas en 2022.

Estas recomendaciones nutricionales tienen cabida en Dinamarca, Suecia, Noruega, Finlandia, Groenlandia, Islas Feroe e Islandia y se basa especialmente en ingredientes producidos a nivel local, los conocidos como productos de kilómetro cero, lo que aumenta su sostenibilidad:

  • Verduras como guisantes, frijoles, repollo, cebollas y tubérculos.
  • Frutas como manzanas, peras, ciruelas y bayas.
  • Frutos secos, semillas, cereales integrales…
  • El pescado y el marisco.
  • Aceites vegetales de colza, girasol o linaza.
  • Productos lácteos bajos en grasa.
  • Y una reducción significativa de la cantidad de carne ingerida.

Las claves del estudio de la dieta nórdica

El estudio ha sido promovido por un grupo de investigadores de Finlandia, Noruega, Suecia e Islandia dirigido por Lars Ove Dragsted, de la Universidad de Copenhague.

Se examinaron muestras de sangre y orina de 200 personas de más de cincuenta años, todas con un índice de masa corporal (IMC) elevado y un mayor riesgo de diabetes y enfermedades cardiovasculares.

Se dividió a los participantes en dos grupos, proporcionándole a uno de ellos alimentos de acuerdo con las recomendaciones dietéticas nórdicas y creando como contrapeso un grupo de control con su dieta habitual.

El trabajo se realizó durante seis meses y para los científicos nórdicos los resultados no han dejado lugar a dudas:

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El grupo que había seguido la dieta nórdica vio reducidos sus niveles de colesterol, de grasas saturadas e insaturadas y experimentó una mejor regulación de la glucosa, en comparación con el grupo de control. Mantuvimos el grupo en el peso estable de la dieta nórdica, lo que significa que les pedimos que comieran más si perdían peso. Incluso sin perder peso, pudimos ver una mejora en su salud”, Lars Ove Dragsted.

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