PSIQUIATRÍA/PSICOLOGÍA

Simone Biles, Ricky Rubio, Andrés Iniesta… ¿Por qué se deprimen los deportistas profesionales?

La salud mental en el deporte de élite es una de las grandes asignaturas pendientes

La ansiedad es uno de los problemas de salud más frecuentes

Simone Biles, Ricky Rubio, Andrés Iniesta… ¿Por qué se deprimen los deportistas profesionales? / Gtres

Rafa Sardiña

El jugador de baloncesto Ricky Rubio ha sido uno de los últimos deportistas de élite en hablar abiertamente sobre sus problemas de salud mental. En febrero de este año, el base confirmó su retirada de la NBA tras 12 años y explicó como un episodio de “estrés crónico” le hizo plantearse su trayectoria en la cancha.

Pero no ha sido el único. El abandono de las Olimpiadas de Tokio y las declaraciones de la gimnasta Simone Biles, o las palabras del nadador Michael Phelps o de la tenista Paula Badosa, o alguna rueda de prensa de Rafael Nadal son tan solo algunos ejemplos de una larga lista de deportistas de alto rendimiento que se han venido abajo por cuestiones relacionadas con su malestar emocional. 

Una visibilización que para la psiquiatra Ana Isabel Sanz es fundamental. “Si hablar de salud sigue siendo un tabú social, el fenómeno es mucho más marcado en la alta competición”. 

  • “El modelo que se quiere vender es que el deportista (sobre todo en algunas disciplinas) es algo así como un superhéroe, que se reta constantemente, que vence todas las dificultades. Y esa idea casa mal con admitir que es una persona con emociones, con miedos, con momentos de duda, que a veces se puede incluso bloquear en momentos”.

Y es que, aunque los beneficios de practicar ejercicio físico son innegables, y una buena inversión para un buen estado físico y psicológico, los aspectos grises del deporte “empiezan cuando se pierde el equilibrio y el deportista se deja eclipsar por el logro”

Cuando la autosuperación que conlleva la práctica deportiva se convierte en una lucha que no tiene fin, que antepone el “más y mejor cuanto antes y a cualquier precio” al trato respetuoso al estado psicofísico del que practica cualquier disciplina deportiva, es cuando empiezan los problemas. 

Lesiones deportivas: cómo afectan a la salud mental

Esta “pérdida de rumbo” puede sucederle a cualquier persona que se implica en una práctica deportiva y no sabe ponerle límites, pero lógicamente es un riesgo más acusado en el deporte de élite, donde por definición se persigue el máximo rendimiento y la mejora continua con respecto a otros. 

Rafael Nadal / Alfredo Falcone/LaPresse via ZUM / DPA

La psiquiatra Ana Isabel Sanz señala a ‘Guías de Salud’ que “la competición y los entrenamientos suponen un elevado nivel de demanda psíquica y física”, en la que también entran en juego las temidas lesiones “imprevistas” que “frustran sus planes”. 

  • “Por ejemplo, nadie habla de lo que implica afrontar un parón por lesión o valora cómo merece el esfuerzo de hacer una buena rehabilitación, con lo que implica vencer la impaciencia y el temor a no remontar nunca”.

También coincide Alberto Valle, psicólogo y coach de alto rendimiento. “Las lesiones físicas pueden producir una preocupación muy superior a la que producen en un trabajador de otro ámbito”, cuenta a este portal. 

  • “Nunca verás a un soldador, un albañil o un administrativo marcharse llorando de su empresa cuando se va a casa de baja, pero si lo vemos con frecuencia con los futbolistas lesionados que salen del campo en camilla porque saben que esa lesión puede ser el fin de todo por lo que luchó durante años”.

¿Los deportistas de élite son más propensos a sufrir problemas de salud mental?

Lógicamente, no todos los deportistas tienen las mismas fortalezas psicológicas, ni los mismos rasgos de personalidad. Pero “yo subrayaría la propensión de algunos deportistas a tolerar peor la frustración, por ejemplo, el hecho de si han tenido la misma preparación psicológica que física en su camino hacia la excelencia”. 

Un deportista de élite, como cualquier profesional excelente, no solo lo es por tener una capacidad especial para rendir más físicamente, sino por la preparación de ese “don” para llegar a potenciarlo.

Por eso, la especialista apuesta porque un “buen preparador debería atender no solo al progreso de los rendimientos en las tareas deportivas, también a cómo se integra ese proceso en el desarrollo psicoemocional del deportista en formación”. 

  • Si este solo desarrolla músculo, técnica motriz, resistencia, y no equilibrio, autoconocimiento, autoaceptación, capacidad para identificar y canalizar sus emociones… antes o después se arriesga a convertirse en un “muñeco roto”. Porque, como recuerda Alberto Valle, “el entrenador es un mentor que suele marcar al deportista con el que trabaja”.

Por su parte, el psicólogo especifica que “esa carga de estrés llega a derivar en ansiedad y depresión y con ello la pérdida de disfrute de la actividad deportiva. Lo que antes era un auténtico placer, puede convertirse en algo realmente odioso y una vez aparece la posibilidad de dejar el deporte, sin alternativa económica alguna, la depresión puede aparecer con facilidad”.

¿Cuáles son los trastornos más comunes en el deporte?

A nivel de patologías, las más habituales son las que tienen que ver con la ansiedad (fobias, ataques de pánico) y depresión de mayor o menor magnitud. Un estudio del COI del 2019 encontró que el 33,6% de los atletas de élite y el 26,4% de los ex atletas declararon tener síntomas de ansiedad o depresión. En un estudio posterior en el 2020 encontraron que esto afectaba más a las mujeres atletas (26%) que a los hombres (10,2%).

Pueden surgir otros problemas como la nikefobia o el miedo a ganar que se puede observar en los deportistas que rinden más en el entrenamiento que en la competición. O cuando consiguen un éxito de gran alcance, su rendimiento posterior se ve afectado por el miedo a las grandes expectativas creadas desde entonces.

Más de un 70% de los españoles ha sufrido estrés o ansiedad durante el último año. / Creativeart. Freepik

Salud mental, la asignatura pendiente de los deportistas más ‘top’

Los dos profesionales coinciden en que la salud mental es todavía un tabú en el deporte de alto rendimiento.  Valle remarca que “en algunas organizaciones todavía no se acaba de ver al psicólogo como una figura tan imprescindible como el fisioterapeuta, el médico, el nutricionista o el entrenador”.

  • “Hay entrenadores que ven al psicólogo como uno más de su equipo, algunos incluso tienen uno de cabecera que les trata solo a ellos, pero todavía hay algunos que lo ven con desconfianza o como alguien que se les ha impuesto por el equipo que le contrata”.

Y para poner en valor la importancia de la psicología en el deporte de élite, la psiquiatra Ana Isabel Sanz hace referencia a uno de los estudios científicos más recientes llevado a cabo por la Universidad de Toronto en 2021.

La investigadora principal, Zoe Pucher, confirmaba la existencia de un clarísimo riesgo para la salud mental de los deportistas del equipo canadiense que participó en las Olimpiadas de Tokio de 2020.

En dicho estudio se ofrecían cifras realmente alarmantes: hasta un 40% de los deportistas entrevistados manifestaba síntomas significativos de tipo psicopatológico, que especialmente se concretaban en forma de depresiones, trastornos de ansiedad y trastornos del comportamiento alimentario.

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