Catarros en primavera: trucos para evitar que los cambios de temperatura te resfríen

Marzo acabó con récords pluviométricos en casi toda el país. El ambiente invernal fue generalizado durante la Semana Santa, y abril ha comenzado con un panorama bastante diferente diferente. El anticiclón vuelve a imponerse, y con él han regresado las altas temperaturas (hasta 30 grados en algunas zonas del sur de España), que son una de las protagonistas de esta primera semana del mes, y que subirán este fin de semana.

Los cambios de estación traen consigo cambios de temperatura impredecibles. Esto ocasiona que nuestro cuerpo no esté bien preparado y, al final, acabemos resfriándonos y teniendo molestos catarros que no te permiten ni respirar.

Esto ocurre debido a que la temperatura un día es alta y al siguiente es baja, como ocurre actualmente, con un clima que no es para nada regular. Y es precisamente por ello por lo que son, estas fechas, cuando más atención debemos prestar.

Cuando estamos en pleno verano, o pleno invierno, el cuerpo se acostumbra a esas temperaturas y es difícil que enferme pero, con un constante cambio, no sabemos cómo puede reaccionar el organismo.

Una de las claves es intentar que nuestro cuerpo no tenga importantes, y repentinas, diferencias de temperatura, por lo que, no debemos de tener el aire acondicionado ni muy alto ni muy bajo y, más de lo mismo, con la ropa. Estos "picos" de temperatura debilitan las defensas y abren paso a los causantes de los resfriados y la gripe.

Consejos para evitar los catarros en primavera

• La dieta, importante: debe contar con todos los nutrientes esenciales, sobre todo la vitamina C. Esta protege las células y arma nuevas barreras de defensa. La vitamina C incrementa la capacidad proliferativa de los linfocitos C y mejora el sistema inmune, reduciendo el número de infecciones.
• La fibra también es muy importante para no ser vulnerables a los agentes externos. Además de todo ello, es fundamental mantenerse hidratado en todo momento.
• Temperatura adecuada: Los expertos aseguran que la temperatura ideal para un lugar de trabajo es de 21 a 23 grados. Sin embargo, hay que tener en cuenta que todos tenemos sensaciones de frío o calor diferentes, por lo tanto, es importante llegar a un acuerdo entre las personas que habitan el espacio que requiere aire acondicionado.

• Ropa adecuada: Lo recomendable es no abrigarse mucho en lugares con calefacción. Debemos procurar que el cambio de temperatura sea gradual cuando pasemos de un ambiente a otro.
• Después de la ducha: Este es otro momento en el que estamos vulnerables a un resfrío. Cuando salimos del baño debemos secarnos bien y vestirnos rápidamente. Es recomendable no salir inmediatamente a la calle y evitar que nuestro pelo este mojado.
• Fortalece tus defensas con remedios naturales: puede ser un vaso de leche caliente con miel o zumo de naranjas con miel. Debes consumirlo cada dos o tres horas.
• Respecto a la miel, aunque se ha utilizado desde la antigüedad como una ayuda para la salud respiratoria, la EFSA o autoridad europea para la seguridad alimentaria ha desestimado afirmar que esto sea cierto. Indica que tampoco podemos afirmar que la miel estimule el sistema inmunitario por falta de estudios científicos que lo corroboren. El zumo de naranja contiene una importante cantidad de vitamina C, cuyas propiedades ya hemos comentado anteriormente.

• Bebe mucho líquido: esto es recomendable durante todo el año, pero más cuando estamos ante el cambio de estación. Al estar bien hidratado, el cuerpo es más resiliente.
• Ventilación: los días más cálidos o templados, aprovecha para abrir las ventanas y ventilar. Esto reducirá la presencia de ácaros, virus y demás microorganismos que pueden producir enfermedades.