El coronavirus no solo ha regresado con fuerza a España en lo que ya parece ya ser una segunda ola de la pandemia: en Europa, países como Reino Unido, Francia, Portugal, y ahora Alemania, miran preocupados a sus cifras, que suben en una tendencia ascendente, pero aún bastante contenida. El temor existente es dejar escapar algún brote y que comience una trasnmisión comunitaria muy difícil de controlar, como ha ocurrido en Catalunya o Aragón en las últimas semanas.
El país germano, en su último reporte de cifras, ha reportado que en las últimas 24 horas se contabilizaron 1.226 nuevos contagios según los datos del Instituto Robert Koch (RKI), actualizados a medianoche. Esta es la cifra más elevada que registra Alemania desde principios de mayo, cuando la pandemia estaba en fase de control, pero aún con números altos (recordamos que el mínimo diario ha sido de 200-300 en el mismo territorio).
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Durante el fin de semana, los datos se redujeron drásticamente, aunque tan solo era un espejismo: 555 contagios el domingo, y 436 el lunes. La explicación más lógica es que, al igual que ocurre en España, los números bajan los días festivos por una menor realización de pruebas, por lo que será hoy y mañana cuando se compruebe con exactitud si los valores continúan aumentando.