Este ‘agua milagrosa’ es la última moda contra el calor: verdades y mentiras del 'agua de sandía'

Resulta una bebida altamente recomendable para mantenerse bien hidratado cuando, como ocurre estos días, se disparan las temperaturas

Este ‘agua milagrosa’ es la última moda contra el calor: ¿Qué dice el doctor? / Freepik

Rafa Sardiña

Es una de las bebidas que en los últimos años se ha puesto de moda en los países mediterráneos, sobre todo cuando llegan las olas de calor (y más ahora, que acabamos de batir el récord del día más caluroso del planeta (21 de julio) y justo cuando tenemos la mayoría de las Comunidades en alerta por altas temperaturas y buscamos combatir la sed con un líquido que sea fácil de hacer, rico de beber, fresco y saludable.

Todas esas virtudes se dan cita en el ‘agua de sandía’, una bebida hecha a base de fruta de la que sus fanáticos aseguran que:

  • Adelgaza
  • Pone morena
  • Hidrata la piel
  • Es buena para luchar contra el envejecimiento
  • Reduce la celulitis

Pero ¿qué hay de verdad en las múltiples virtudes médicas que le atribuyen a esta bebida?

Los beneficios reales del agua de sandía

Lo primero, y esto sí que es muy cierto, es que resulta una bebida altamente recomendable para mantenerse bien hidratado cuando, como ocurre estos días, se disparan las temperaturas.

Lo segundo es que ‘los apóstoles’ del agua de sandía aseguran que:

  • Tiene vitaminas A, B1, B2, y C.
  • También dicen que aporta minerales como el calcio, fósforo, hierro, magnesio, azufre y silicio.
  • Incluso afirman que se trata de una rica fuente de antioxidantes.
  • Y sobre todo, es baja en calorías, con sólo 29 por cada 100 gramos.

Así que con todo esto no es de extrañar que haya quien califique el 'agua de sandía' como el ‘agua milagrosa’. Más si tenemos en cuenta que algunos artículos llegan a añadir a sus beneficios que sube las defensas y que es ideal para mantener un tipo joven y esbelto.

Porque, dicen, adelgaza, es buena contra la celulitis, es un supresor del apetito, reduce el colesterol malo, elimina grasas, combate el estreñimiento, hidrata la piel, purifica la sangre, previene y reduce el ácido úrico, cura la resaca, controla la hipertensión, es diurética, mejora el estado del sistema nervioso, depura el organismo y hasta es anti cancerígena.

Pero claro, como esta es una web de salud vamos a ver médicamente qué hay de cierto y de falso en todas estas afirmaciones.

Lo que se dice del agua de sandía y es falso…

Empezando por la estética, nuestros expertos nutricionistas aseguran que es falso que combata la celulitis. Como tampoco lo hace la piña, que es otra fruta a la que se atribuye esa capacidad ‘curativa’.

Lo que sí es verdad es que si comemos mucha sandía podemos llenarnos y, en consecuencia, comer menos productos que engorden. Eso hará que adelgacemos y, no es ningún misterio, si bajamos de peso tendremos menos celulitis.

Pero eso ocurrirá si comemos la cantidad suficiente, porque la sandía tampoco es un supresor del apetito. Sí es verdad que su ‘carne’ tiene un poco de fibra, que siempre ayuda a elevar la sensación de saciedad, pero el jugo no tiene los mismos efectos ni funciona igual.

También es falso que elimine las grasas malas y que el agua de sandía sea un digestivo. Sí es verdad que se digiere bien porque no tiene nada de grasa (y con agua todavía menos) pero no ayuda en absoluto a mejorar la digestión.

Además, la sandía es una fruta muy rica en licopeno, que es el que le da el color rojo tan característico y apetecible. Y a este antioxidante se le relaciona con la reducción del colesterol, la prevención algunos tipos de cáncer, la disminución de la presión arterial y el colesterol malo… pero no existe evidencia científica alguna que pueda sostener estas afirmaciones.

La sandía es perfecta tanto para niños como para mayores. / Pexels

Lo que se dice del agua de sandía y es cierto... y saludable

Pero también hay una parte buena en esta bebida, y muchas de las alabanzas que recibe son merecidas.

Por ejemplo, es recomendable porque su rico sabor anima a beber más, lo que en estos días de altas temperaturas es importantísimo. Y pese a la dulzura que tiene, no provoca picos de azúcar en la sangre, siempre que no abusemos desmesuradamente.

Otra virtud que es cierta es que ayuda al bronceado de la piel. Porque al igual que las zanahorias, la sandía contiene carotenoides, una sustancia antioxidante que promueve la producción de melanina. Y como ya es popularmente sabido, este pigmento es el encargado de proteger la piel de los rayos UV, y su producción es la que provoca el oscurecimiento del color de la piel.

También se podría decir, afinando mucho, que es un poquito cierto que resulta buena para el corazón. La razón es que su contenido en vitamina C y carotenoides, consumido con regularidad, ayuda a luchar contra el envejecimiento de las células y las enfermedades cardiovasculares.

Y finalmente, lo que sí es absolutamente cierto, insistimos, es que el agua de sandía es una magnífica bebida refrescante para estos días tan duros de calor. Porque está buenísima y seguro que nos ayuda a beber más.

Una receta para hacer hoy agua de sandía

Es tan sencilla de hacer que no hace falta ni receta, y la única complicación podría ser la limpieza de las pepitas.

En cualquier caso, por si alguien no sabe por dónde empezar, es así de sencillo:

Cogemos un cuarto de sandía. Le quitamos las pepitas todo lo que podamos, y la partimos en cubos. Después la depositamos en un recipiente con unos 2 litros de agua y la trituramos con la batidora hasta que la mezcla quede con la textura que más nos apetezca, si bien completamente líquida entra mejor.

Luego le echamos un chorro de zumo de limón para darle más sabor, y la endulzamos a nuestro gusto. Mejor con edulcorantes naturales.

Los golpes de calor son muy peligrosos para la salud, sobre todo, para la población vulnerable / FRIMU EUGEN

Finalmente le ponemos hielo y la enfriamos todo lo que podamos para que el disfrute sea mayor, en medio del tórrido calor de estos días.

Para sumar una idea que aún la haga más apetecible, hay una forma de presentarla que hará que demos el golpe ante cualquier invitado que aparezca por casa.

Es tan fácil como partir la sandía por la mitad, vaciarla con una cuchara, si no tenemos un instrumento más especializado, y utilizarla como vaso para beber el agua de sandía con unas pajitas. Pero, eso sí, no de las de plástico que se tiran y contaminan.

Pulsa para ver más contenido para ti