Lo que era un secreto a voces se confirmó hoy 8 de abril. Finalmente, la edición de este año de Roland Garros se disputará este año entre el 30 de mayo y el 13 de junio, una semana más tarde de lo previsto en el calendario. El objetivo, según la Federación Francesa de Tenis (FFT), no es otro que el de poder acoger el máximo posible de espectadores.
La complicada situación epidemiológica en Francia provocada por la COVID-19 y el cierre impuesto por el presidente de la República francesa, Emmanuel Macron, han provocado el cambio de planes de la FFT, organizadora del segundo Grand Slam de la temporada. Cabe recordar que la edición de 2020 de Roland Garros ya se retrasó hasta el mes de septiembre y solo acogió a 1.000 espectadores diarios.
El propio Macron dejó entrever que las restricciones impuestas podrían levantarse, de forma paulatina, a mediados del mes de mayo, aunque todo dependerá de la evolución que viva el país en los próximos días.
"Este retraso va a dejar un poco más tiempo para la mejora de la situación sanitaria y permitirá optimizar las posibilidades de acoger espectadores en este estadio que tras su modificación se extiende a más de 12 hectáreas", indicó el actual presidente de la FFT, Guilles Moretton. Además, aseguró que la presencia de público es "esencial para el torneo", que es el "evento deportivo más importante de la primavera".
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Con este cambio de calendario, consensuado con los otros tres Grand Slams, la fase previa tendrá lugar una semana antes, entre el 23 y el 29 de mayo.