No hubo batalla. Carlos Alcaraz no la permitió. En 2 horas y 8 minutos se deshizo de Lorenzo Musetti, con contundencia por 6-3, 6-2 y 6-2. El tenista murciano ha venido a Roland Garros con un objetivo muy claro y quien pretenda impedírselo deberá estar mucho más fuerte y fino que su rival italiano. De momento ya está en cuartos de final y lo hizo con una demostración de fuerza y poder.
Alcaraz no comenzó arrasando como en sus tres anteriores partidos. Cedió el primer juego y Musetti tomó ventaja de 0-2 con un revés paralelo que levantó la Phillippe Chatrier. Podía haber partido. Fue un espejismo. Duró los dos primeros juegos. Alcaraz cortó de cuajo las expectativas de su amigo italiano arrebatándole cinco juegos seguidos, para poner las cosas en su sitio..
Juego ultra-explosivo
Alcaraz destrozó a su rival de generación. Marcó la diferencia actual que hay entre su número 1 y el 18 de Musetti. La victoria del italiano en la final de Hamburgo el año pasado estaba muy lejos. La diferencia en la pista demasiada. El jugador de El Palmar impuso su juego ultra-explosivo, su fuerte físico, unas piernas que llegan a cualquier rincón y, sobre todo, una mentalidad a años luz del burbujeante pero poco efectivo Musetti.
Simone Tartarini, entrenador de Musetti, decía en una entrevista en L’Equipe que, para sorprender al tenista murciano, su pupilo debía “ser intenso con el resto, responder a la velocidad de bola y estar muy estructurado tácticamente, para no ser prisionero de Alcaraz”.
42 golpes ganadores
Musetti entró dispuesto a plantar cara a su rival de generación, pero se vio impotente de poner en práctica esa estrategia. Alcaraz le martirizo con su saque, sus obuses de derecha, dejadas marca de la casa (22), lobs o voleas. Un festival. con 42 golpes ganadores, 5 ‘aces’, 76% de puntos con el primer servicio y ganando 99 puntos contra 66 de su rival. Sumando la 34 victoria en tierra donde este año solo ha cedido dos derrotas y ha ganado tres títulos, de momento.
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Alcaraz se enfrentará este martes en cuartos de final al vencedor del partido que en la sesión nocturna enfrentaba a Stefanos Tsitsipas y el austriaco Thomas Ofner.