"He conseguido una victoria muy importante que tiene un significado importante para mí. Es un ambiente especial el que se vive en la pista en días así". Estas fueron las primeras palabras de Rafa Nadal sobre su triunfo en semifinales ante Roger Federer. "Ojalá pueda volver muchos años aquí y Federer también. Cuando llegas a unas semifinales de Grand Slam no piensas en la retirada. Está claro que no jugaremos diez años más, pero cinco años atrás no hubiéramos imaginado estar compitiendo a este nivel", señaló en su comparecencia ante los medios de comunicación.
Nadal valoró también lo que significan estos partidos y explicó cómo los afronta. "La realidad es que son especiales, con condiciones especiales porque nos conocemos mucho. Son partidos únicos en los que puedes generar cosas nuevas y golpes extras. Cuando juego contra él espero lo mejor. Me preparo para intentar responder de la mejor manera a lo que él pueda ofrecer. Jugar contra él hace que siempre pienses que puede dar algo especial", reiteró.
Cuestionado sobre las palabras de Roger Federer en las que señalaba que es muy complicado encontrar 'sparrings' que tengan un estilo similar al suyo, Nadal lo tuvo claro. "Al final yo tampoco encuentro a nadie que juegue como él. Esa es la realidad. No hay dos Federer en este mundo. Por suerte".
Sobre la posibilidad de que alguien pueda llegar a ganar tantos títulos como él en Roland Garros, Nadal admitió que lo ve muy difícil, pero no imposible. "De momento he ganado once. Es complicado. Se tienen que dar muchos factores para lograrlo. Si lo he hecho yo que me considero una persona normal, entiendo que vendrá alguien y lo conseguirá, pero es difícil. Hay que tener suerte y una carrera muy larga. ¿Si lo veremos? Ojalá que sí. Los récords son para batirse y así se habla y se promociona nuestro deporte que siempre es bueno", reiteró.
Nadal no cree que pueda ser el último duelo entre ambos, pero sí asume que cada vez está más cerca el último capítulo de su rivalidad de ensueño. "No he pensado que pueda ser nuestro último partido. Siempre puede serlo. La lógica y la aplastante evolución de la vida te lleva a pensar que esa última vez está, cada vez, más cerca. Los años pasan para todos. Todos tenemos nuestros problemas y kilómetros encima. Ojalá que no. Tanto él como yo apreciamos los partidos como hoy. Los vivimos con emoción por todo lo que hemos compartido en una pista de tenis durante nuestras carreras", señaló.
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Estar en su duodécima final en París quiere decir que el actual número dos del mundo ha hecho bien los deberes y él mismo lo admite. "Significa que eres capaz de gestionar bien las adversidades que suceden durante el torneo. La realidad es que el objetivo es siempre el máximo, es decir, luchar por tener opciones de ganar el título", finalizó.