El seleccionador ruso Stanislav Cherchesov tendrá que hacer encaje de bolillos en el Mundial ante los serios problemas de la selección anfitriona en el centro de la zaga.
El exportero internacional llegó al banquillo en 2016 tras conquistar la Liga de Polonia con el Legia Varsovia como solución de emergencia después de que Fabio Capello y Leonid Slutski salieran por la puerta de atrás.
Desde que se hizo cargo de la 'sbornaya', Cherchesov ha basado su esquema en una férrea defensa liderada por expeditivos centrales capaces de sacar el balón jugado y en la velocidad de los laterales.
Pues bien, el castillo de naipes se le está derrumbando por el eje de la zaga. Si el mejor central ruso, Giorgi Dzhikia, se rompió el ligamento cruzado de la rodilla izquierda durante la concentración del Spartak en Dubai el pasado enero, este jueves se ha conocido que Viktor Vasin (CSKA) lo tendrá complicado para llegar el Mundial tras la lesión de rodilla que se produjo el martes ante el Estrella Roja en la Europa League.
Por tanto y salvo recuperación exprés de Dzhikia y Vasin, todo apunta a que Cherchesov tendrá que dar marcha atrás y recuperar a alguno de los dos veteranos centrales del CSKA, Serguei Ignasevich (38 años, más improbable) y Vasili Berezutski (35).
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Entretanto, en los amistosos de marzo los centrales serán Andrei Semenov (Akhmat Grozni), Ilia Kudriasov y el joven Ilia Kutepov (ambos del Spartak).