Se reencontró con el triunfo la Real Sociedad en la Liga después de las dos últimas derrotas cosechadas ante Villarreal (1-2) y Betis (3-0). Sin excesivo virtuosismo, acabó haciendo imponer su ley el equipo 'txuri-urdin' ante un Mallorca en el que Kubo volvió a ser suplente, un pecado capital si se tiene en cuando lo faltos de calidad que andan los bermellones de tres cuartos de campo hacia delante. Isak, Portu y Gámez en propia puerta materializaron los rantos realistas.
Isak fue el gran beneficiado de la ausencia de Willian José en la convocatoria donostiarra. El delantero brasileño se encuentra negociando su traspaso al Tottenham y se borró del encuentro a tenor de lo señalado por Imanol en la rueda de prensa previa al duelo.
En las botas del delantero sueco dispuso la Real Sociedad de la única ocasión clara de toda la primera parte, un mano a mano al filo del descanso que quedó en agua de borrajas porque se le hizo de noche en el control y terminó disparando mordido a las manos de Reina.
El resto del primer acto fue un tostón en toda regla, con un Mallorca que tiene disculpa porque quiso pero le faltan armas y un un conjunto 'txuri-urdin' que ya no se parece en nada a aquel que llegó a liderar el campeonato junto a Barcelona y Real Madrid hace un par de meses.
El bajón que ha sufrido Odegaard tiene mucho que ver en ese sentido. El noruego no se ha recuperado al cien por cien de la lesión que sufrió en la planta del pie el pasado 27 de noviembre ante el Celta y sin su brújula en el centro del campo la Real anda perdida.
Reacción realista
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El paso por vestuarios, sin embargo, vino de maravilla a los donostiarras para aclarar sus ideas. Tanto es así, que al minuto de la reanudación ya mandaban en el marcador. Isak no perdonó esta vez a bocajarro tras un pase de la muerte de Portu desde la derecha y en pleno estado de shock se autocastigó el Mallorca con un autogol de Gámez. Portu redondeó la goleada realista ya en la recta final tras un disparo de Odegaard desde la frontal que no consiguió atrapar Reina.