Acaricia la salvación el Villarreal. Gerard Moreno salió desde el banquillo para ser decisivo y aliviar a la afición 'grogueta'. El catalán cabeceó en el interior del área pequeña un balón templado por Cazorla. Anoeta enfureció. La afición donostiarra acabó silbando a sus jugadores.
La técnica, el estilo y la clarividencia de un incunable como Santi Cazorla despertaron del letargo al encuentro durante el primer tiempo. Ni un solo disparo entre los tres palos. Rulli y Andrés Fernández eran dos almas solitarias en sus áreas, con unos guantes impolutos. El Villarreal ambicionó más, el descenso seguía acechando a los 'groguets', pero no lo suficiente. Al margen del 'mago' asturiano, dos chipazos del siempre eléctrico Samu Chukwueze.
Raúl Navas y Aritz Elustondo controlaron a Bacca y Toko Ekambi, desaparecidos. Y en ataque, ni Oyarzabal ni Juanmi ni Willian José. La Real Sociedad fue un páramo en vanguardia.
55 minutos tardaron ambos equipos en desperezarse. Acción embarullada y el balón que le cae a Oyarzabal en posición franca. Andrés Fernández repelió abajo. La réplica llegó de inmediato. Samu Chukwueze se perfiló y armó la zurda. Manopla de Rulli a ras de suelo.
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El encuentro transitaba hacia el empate. Apareció entonces Cazorla, quién si no. En una acción desde la derecha, el asturiano sirvió medio gol a Gerard Moreno. Pudo sentenciar Fornals en medio de la 'bronca' de Anoeta. El Villarreal va a acabar tranquilo una temporada para olvidar.