Vinicius cierra filas con Ancelotti en la guerra civil del Madrid

El 0-4 que infringió el Barça de Hansi Flick, con un baño futbolístico de época, y el 1-3 del Milan en Champions League han desatado una crisis deportiva de mucho calado en el Real Madrid, con consecuencias, ahora mismo, impredecibles.

Las dos goleadas en pleno Bernabéu han hecho muchísimo daño. Y, en el centro de la diana, allí donde nunca aparece Florentino Pérez, han colocado a Carlo Ancelotti, a quien internamente señalan como el máximo responsable deportivo por los malos resultados de un equipo que exhibe muestras de descomposición, aunque estemos al inicio del curso.

Los males actuales que acechan a este Madrid, muy lejos de un Barça intratable en Liga y con dos derrotas en cuatro jornadas de Champions, son de calado. Van mucho más allá del encaje de Kylian Mbappé en un equipo que ha perdido al jubilado Tony Kross, que era su brújula en la medular.

Grietas internas

El vestuario es un polvorín a punto de estallar. La guerra de egos ya se ha cobrado la primera víctima, que es Rodrygo Goes, relegado a la posición de suplente, en el nuevo esquema imperante del 4-4-2. El extremo brasileño está en la rampa de salida, consciente de su degradación, porque, no hay pizarra que soporte el 'póker' Bellingham, Vinicius Jr., Rodrygo y Mbappé. El City estaría encantado en poder contar con sus servicios cuando resuelva sus problemas con la Premier League.

No hay espacio para tantos gallos y solistas, con conflictos e intereses, muchas veces, antagónicos y en conflicto. Falta feeling. Solo hay que ver la gestualidad de los madridistas durante los partidos.

El ambiente interno está muy enrarecido. Ya no hay como esconderlo. A Carletto, siempre aplaudido por ser supuestamente un buen gestor de grupo, se le acumula el trabajo. Las grietas amenazan en hundir el buque cuando faltan muchísimos meses de travesía.

De momento, es palpable que el técnico italiano ha sido incapaz de apaciguar los ánimos y domesticar los egos como sí que había logrado en cursos anteriores. Por eso, Florentino le había dado las llaves del vestuario y lo renovó, cuando la CBF quiso cerrarlo para comandar la Seleçao en el Mundial 2026.

Un partido que marcará el futuro

Todo va muy rápido. Y Carletto se podría estar jugando el cargo si ocurre un descalabro en el último compromiso antes del parón FIFA de noviembre: el sábado en el Bernabéu en un partido liguero con trampa ante el Osasuna... que es el único equipo que ha sido capaz de batir al Barça en Liga.

En este escenario de máxima presión, Ancelotti no está solo, ni mucho menos desahuciado. El grupo está fragmentado y escindido, pero, no todos señalan a su entrenador, como sí que se hace desde el palco.

Y una de las figuras que abandera la defensa de su técnico es, precisamente, Vinicius Jr., que se siente muy agradecido por los consejos y el buen trato que siempre ha recibido de un entrenador que ha tenido paciencia y una sensibilidad especial con él.

El brasileño, que aún anda muy dolido intentando cicatrizar las heridas abiertas por la no-conquista del Balón de Oro, tiene plena empatía con una figura a la que considera fundamental en los éxitos logrados y con capacidad para enderezar el rumbo de un curso que ha empezado teñido de mal juego, mucha irregularidad y derrotas durísimas. 

El técnico italiano ya fue intervencionista en el descanso del partido ante el Milan, aunque sus cambios no dieron el fruto deseado. El tiempo apremia. Y Ancelotti tendrá que tirar de su flema y sus mejores recursos para crear buenas dinámicas en un ambiente que se ha deteriorado mucho coincidiendo con el aterrizaje de Kylian Mbappé en Madrid.

El italiano, de momento, no todo lo tiene perdido, a pesar de las dos últimas humillaciones en cadena, aún le quedan capotes, como los que le intentaré echar Vinicius y otros.