El vestuario del Real Madrid está haciendo el 'paripé' con Rafa Benítez. Sus declaraciones a favor del entrenador solo son una manera de quedar bien ante la opinión pública. Pero la realidad es muy distinta: dicen que le apoyan pero saben que con él como técnico no llegarán muy lejos. La última muestra es la lacónica frase del capitán, Sergio Ramos, tras el empate ante el Valencia: "Yo creo que Benítez sí tiene crédito". Lo dice con la boca pequeña, porque no lo siente.
La verdad es que Rafa Benítez tiene muchos 'muertos' en el armario del vestuario. Con jugadores a los que ha puesto la cruz, por ejemplo Isco, que no ha jugado ni un minuto en los tres últimos partidos a pesar de ser uno de los centrocampistas más brillantes del equipo. Pero, de momento, los jugadores se muestran disciplinados en sus manifestaciones públicas para no hacer enfadar a su presidente, Florentino Pérez.
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De todas formas, los jugadores dejan ir perlas, como la de Marcelo ("Puede haber cambios y que la cosas vaya bien o al contrario), en una clara evidencia de que Benítez está totalmente solo. Personal y tácticamente. Los jugadores no asumen su pizarra y pasan de sus intentos de reconciliación. Una muestra: ningún jugador se abrazó a Benítez tras el 1-2 en Mestalla.