El Barça había ganado 1-3 al Oviedo en el Carlos Tartiere con goles de Koeman, Stoichkov e Iván y el entonces líder, el 'SuperDepor', había 'pinchado' en Riazor ante el Zaragoza. La Liga estaba en un puño pero en el Camp d'Esports de Lleida se desató el caos para el madridismo.
El gran Lleida de Mané hizo historia al tumbar a los blancos gracias a un doblete de Andersen que hizo inútil la igualada provisional de Hierro. Fue un severo varapalo para la plantilla blanca que tuvo que encajar una soberana bronca de su entrenador que a la postre resultó estéril.
Benito Floro protagonizó uno de los discursos más célebres de la época, abroncando a sus jugadores al descanso con un griterío repleto de palabras malsonantes que se podía escuchar desde el tunel de vestuarios y cuya difusión dio la vuelta a España. Apenas 24 horas después el Real Madrid anunciaba su cese tras una reunión de urgencia. Los blancos empezaron a perder fuelle y dejaron a Barça y 'Depor' en solitario en la carrera por el título.
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