Álvaro Morata disputó su primer partido con el Atlético de Madrid contra su exequipo, el Real Madrid, después de haber llegado al club rojiblanco en el último mercado de invierno.
Y después de una primera parte en la que pasó desapercibido en el Wanda Metropolitano, con ventaja mínima del equipo blanco en el derbi capitalino (1-2) tras los goles de Casemiro (16'), Griezmann (25') y Sergio Ramos, de penalti (43'), llegó la hora del 'nueve' madrileño.
Corría el minuto 54, recién iniciada la reanudación, y demostró toda su calidad en una jugada individual en la que levantó el balón ante la salida del exatlético Courtois, abucheado por la afición colchonera.
Sin embargo, el VAR volvió a ser decisivo en un derbi capitalino en el que ya determinó el tanto de Sergio Ramos de penalti inexistente, después de un derribo de Giménez a Vinicius fuera del área.
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En esta ocasión el VAR dictó sentencia dando un fuera de juego al límite de Morata que pudo haber significado el empate a dos momentáneo en el marcador, si se hubiera dado por válido el primer tanto del exmadridista con los rojiblancos.