No hay quien pueda con el Real Madrid. Ni el VAR ni el VOR ni ningún invento que venga por delante. El conjunto blanco sigue teniendo el favor de los árbitros, que se agarran a un clavo ardiendo para favorecer a los madridistas.
El último ejemplo lo hemos tenido en el Real Madrid-PSG de la Champions League. Corría el último minuto de la primera parte cuando Mauro Icardi se ha plantado, lanzado por Di María, ante Thibaut Courtois, que le ha derribado dentro del área.
Tan clara era la acción que Artur Dias ha mostrado la roja directa al guardameta belga.
El lanzamiento desde los once metros hubiera podido suponer el empate al descanso. Solo faltaba que el VAR ratificara la acción, pero desde la sala VOR han retrocedido la jugada hasta encontrar una acción a la que agarrarse para no perjudicar al Real Madrid.
Y la han encontrado en una falta previa de Idrissa Gueye sobre Marcelo que ha propiciado el contraataque parisino.
El colegiado portugués no se lo ha pensado ni un instante y, aliviado, ha señalado la supuesta falta en el centro del campo, anulando el penalti y la expulsión de Courtois. Increíble.