El centrocampista colombiano James Rodríguez jugó posiblemente el domingo su último partido con la camiseta del Real Madrid. El jugador, que tiene decidido poner punto y final a su etapa en el Santiago Bernabéu ante la falta de oportunidades que le ha dado su técnico, Zinedine Zidane, a lo largo de toda la temporada, disputó los últimos 25 minutos del partido ante el Málaga y apenas dio señales de vida.
James entró en el campo en sustitución de Isco con el encuentro ya decidido y lo afrontó como si fuera una pachanga. El colombiano no metió el pie en ningún balón dividido e incluso se llevó una bronca importante del portugués Cristiano Ronaldo por no haber peleado un balón al bordel del área.
Fue su peculiar forma de despedirse de la camiseta madridista, ya que su representante, Jorge Mendes, ya tiene prácticamente apalabrado su traspaso al Manchester United en el próximo mercado de verano. Consciente de su situación, el centrocampista colombiano celebró el título de Liga con alegría, pero desde una discreta segunda línea.
sin opciones
Aunque al Real Madrid aún le queda un partido para acabar oficialmente la temporada, la final de la Champions League del próximo 3 de junio en el Millennium Stadium de Cardiff, James tiene muy pocos números de disputarlo. De hecho, si el extremo galés Gareth Bale se recupera a tiempo de la lesión que le ha mantenido de baja estas últimas semanas, es muy posible que James ni siquiera se siente en el banquillo el día de la final.
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