Tchouaméni, un problemón de 80 millones de euros para el Madrid

En el verano de 2022, antes de que Casemiro abandonara la disciplina blanca por sorpresa para poner rumbo al Manchester United, el Real Madrid ya había fichado al que, según sus planes, iba a ser el relevo generacional del brasileño.

A cambio de 80 millones de euros, Tchouameni firmó por el equipo de la capital española procedente del Mónaco. Un desembolso muy importante por el que en ese momento era considerado el pivote del futuro, si bien el rol del centrocampista en Francia era diferente del que se le pediría en Madrid.

A pesar de las altas expectativas que se pusieron sobre su figura, la realidad es que, en medio de su tercera temporada en el equipo blanco, el rendimiento de Tchouameni está muy lejos del esperado. No ha habido una evolución positiva por su parte, ni siquiera una racha de partidos a buen nivel.

Un jugador intrascendente

Tchouameni, a día de hoy, destaca por su irrelevancia. A pesar de la cantidad ingente de oportunidades que ha recibido, el pivote francés se ha convertido en un futbolista intrascendente, que no da la sensación de aportar en ninguna de las facetas.

Ofensivamente, Ancelotti le ha negado ese rol de futbolista más todoterreno que se exhibió en el Mónaco. En sustitución de eso, el italiano le pide ser más importante en la construcción, especialmente tras la marcha de Kroos, pero el francés apenas se ofrece a sus compañeros y cuando lo hace no destaca, precisamente, por sus pases verticales para romper líneas.

En cuanto a nivel defensivo, no cabe duda que su físico es excepcional, pero por lo que se le ha visto hasta ahora sobre el césped, la falta de sacrificio también es una evidencia. La figura de Casemiro es inmensa, pero el francés ni siquiera se acerca al rendimiento que ofreció el brasileño durante tantos años.

¿Y ahora qué?

Ancelotti ha intentado ponerle de central, donde puede estar menos exigido, pero para un jugador que costó 80 millones de euros, el rol de simple comodín ante las bajas se queda muy corto. Tchouameni sigue teniendo cartel gracias a su juventud (24 años) y a lo que supuso su traspaso. También le ayuda ser importante en la selección, donde llegó a lucir el brazalete de capitán ante la ausencia de Mbappé.

Más pronto que tarde, el Real Madrid tendrá que tomar una decisión con el centrocampista francés. Su aportación al equipo no solo es limitada, sino que además sus virtudes ya vienen intrínsecas y ampliadas en otros jugadores como Fede Valverde o Camavinga. O da el salto de calidad que todos esperaban cuando llegó o su futuro podría estar lejos del Real Madrid, que tendrá difícil recuperar los 80 millones de euros que pagó por él.