Carlo Ancelotti lo tiene claro ante el Barcelona, sacará a su mejor once para hacer frente al equipo de Xavi ante el que se juega el liderato de la Liga. Solo tiene la baja de Courtois, falta la confirmación pero tiene muy difícil estar bajo palos después de dos semanas sin jugar ni entrenar. Lunin será su relevo, en el primer partido grande del ucraniano desde que llegó al Madrid hace cuatro años. La otra duda es Rodrygo o Valverde y todo apunta a que será el uruguayo el que salga de inicio. Apostará por un sólido 4-4-2 y con Valverde será flexible al 4-3-3 con el balón en posesión.
El técnico italiano ha tirado de rotaciones esta temporada para hacer frente a un calendario comprimido en el que se cruza, además de las ventanas de selecciones, un Mundial en mitad de la temporada. No le ha ido mal alternar a los jugadores, sigue invicto en los trece partidos que han disputado, con once victorias y dos empates. Pero en un Clásico hay que poner a los mejores y el italiano lo tiene claro. Pondrá al equipo en el que está basando la columna vertebral desde que llegó.
DEBUT DE TCHOUAMENI EN UN CLÁSICO
Courtois será la única ausencia en su once preferido salvo sorpresas. En defensa volverá a confiar en los cuatro jugadores que respondieron a la perfección el año pasado con Carvajal, Militao, Alaba y Mendy. Lo más probable es que Rudiger se quede fuera por ese fuerte golpe que se produjo en Varsovia ante el Shakhtar. Una herida en la ceja de 20 puntos que no va a cicatrizar en cinco días y más si no recupera completamente la visión en el ojo afectado. Tiene a Nacho como recurso para cualquier posición, además de Lucas Vázquez para la banda derecha.
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En la medular juntará a Modric y Kroos, a los que viene intercalando y dosificando desde que empezó la temporada. Tchouameni es la única novedad en el once respecto al equipo de la temporada pasada, y es obligada tras el traspaso de Casemiro. Será su debut en un Clásico. Valverde completará la medular tirado a la derecha. Un pulmón para el carril diestro que será extremo cuando el Madrid tenga la posesión. Y en ataque estarán Benzema y Vinicius, esa pareja letal que necesita reivindicarse después de un puñado de partidos grises.