Un Real Madrid rodeado de 'prisioneros'

El mercado actual se ha convertido en un camino de espinas para muchos clubes y el Real Madrid es uno de los que más lo sufre. Hay jugadores a los que quiere fichar y que quieren jugar en el equipo blanco pero que no pueden por vivir en cárceles de oro como Kylian Mbappé o Robert Lewandowski. Dos delanteros top a los que el PSG y el Bayern se niegan a traspasar refugiándose en los contratos firmados. El francés acaba en junio y en cuestión de 25 días podrá cerrar un acuerdo con los blancos. El polaco lo tiene peor, le queda un año y ha cumplido ya los 33. Está prisionero en Múnich y los blancos no pueden rescatarlo.

Luego están esos jugadores que cambian ser prisioneros para hacer prisionero al club en el que están acogiéndose a los contratos que tienen firmados. El club blanco es de los que mejor paga a sus futbolistas y tanto Bale como Mariano se agarran a ello para no irse. Al galés se le acaba el chollo el 30 de junio y nadie le pagará los 30 millones brutos que recibe en el club blanco. Mariano tiene contrato hasta 2023 y no renuncia a cumplirlo incluso cuando pudo cambiar de equipo el verano pasado mejorando su salario que roza los ocho millones de euros.

CEDIDOS Y CASOS POR RESOLVER

Después aparecen los prisioneros del propio Real Madrid, esos jugadores cedidos a otros clubes que no tienen sitio en la primera plantilla ya sea por su juventud, como Reinier, o por su contrato, como Mayoral. El brasileño fue cedido hace temporada y media al Borussia y vive en el banquillo rodeado de los barrotes de la inactividad.

El canterano era feliz en la Roma, que tenía una opción de compra para el próximo verano. Pero aterrizó Mourinho en el banquillo para olvidarse de él y mandarlo al olvido. Ahora el jugador y el Madrid unen fuerzas para romper el acuerdo con los romanos en busca de otro club, pero será libertad provisional si lo consiguen.

Hay más casos como Isco, Ceballos, Kubo, Lunin, Odriozola… pero son situaciones que necesitan algún capítulo más para saber si acabarán siendo presos de sus propios destinos, o si encuentran una vía de escape para ser libres y desarrollar su profesión a plena satisfacción.

Es el peaje que pagan clubes grandes que comercian con futbolistas para mantenerse entre los mejores. Ata a jugadores al ser de los que mejor paga, pero cuando rascan ven que era un simple baño de oro, o esos que tienen compromisos con otros clubes que impiden que puedan fichar por el equipo blanco. Son los prisioneros que rodean al Real Madrid de manera inevitable.