El delantero galés Gareth Bale parece haber recuperado su mejor versión -suma cuatro goles en los cinco últimos encuentros oficiales del Tottenham-, aunque su futuro sigue sin pasar por regresar al Real Madrid a final de la presente temporada, cuando finaliza su contrato de cesión. Tanto los dirigentes madridistas como el técnico, Zinedine Zidane, coinciden a la hora de tener muy claro que el galés perdió el tren de forma definitiva y por lo tanto no se plantean que pueda cumplir el año de contrato que le queda. Nadie le quiere de vuelta en la Ciudad Deportiva de Valdebebas.
El galés está preparándose ya ante la posibilidad de tener que regresar a Madrid a partir del próximo 30 de junio. Ya ha dejado claro que no piensa perdonar ni un euro de su contrato, suceda lo que suceda el próximo verano.
Pero en Madrid nadie le echa de menos, ni Zidane, ni sus compañeros, ni la directiva. A todos les da lo mismo que vuelva a estar a un gran nivel y que esté viendo portería.
REACCIÓN
El único que está contento con la briosa reacción del galés en los últimos partidos Florentino Pérez, presidente madridista, que vislumbra una vía de escape para sacarse de encima el problema en el próximo mercado estival de fichajes y obtener algo de dinero en la operación.
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El único problema del club madridista es que a Bale le queda un año de contrato a razón de unos 34 millones de euros brutos por cobrar, cifra que le vendría muy bien ahorrarse en época de crisis por culpa de la pandemia.