El Real Madrid se planta en cuartos a base de regalos

El Real Madrid confirmó su clasificación para los cuartos de final de la Champions League tras volver a imponerse al Atalanta con goles de Benzema, que penalizó un error imperdonable del meta Sportiello, Sergio Ramos, que transformó un penalti forzado por Vinicius, y Marco Asensio, que cerró el marcador después de que Muriel hubiera reducido distancias de falta directa. El equipo italiano lo tuvo todo en contra en esta eliminatoria, que ya se había decantado en favor de los blancos en la ida como consecuencia de la polémica expulsión de Freuler. En esta ocasión, fueron los propios errores del cuadro lombardo los que decidieron el partido y no fue la intervención del colegiado, como ocurrió en el primer duelo.

El Atalanta tiró definitivamente por la borda todas sus opciones de darle la vuelta a la eliminatoria por culpa de un error grosero de Sportiello, que fue aprovechado por Modric para regalarle el 1-0 a Benzema en el minuto 34.

En los primeros 20 minutos el equipo de Gasperini había exhibido un entusiasmo que le había permitido maniatar al equipo de Zidane. Los blancos se mostraron muy incómodos en esta primera fase del encuentro y apenas enlazaron acciones de interés ni se acercaron al área visitante. Zidane se había tapado con tres centrales y dos carrileros, y el dinamismo y la presión alta del Atalanta se le indigestaron en un primer momento.

Los únicos acercamientos con cierto peligro fueron del Atalanta. Gosens (3') no pudo penalizar una pérdida de Varane y su disparo, excesivamente flojo, pudo ser detenido sin demasiados problemas por Courtois. Y posteriormente Djimsiti probó fortuna desde la frontal, aunque su disparo se marchó desviado.

PUNTO DE INFLEXIÓN

Al Real Madrid le costó meterse en el partido, pero lo acabó logrando a mediados del primer tiempo. El punto de inflexión fue un contragolpe que no pudo culminar Vinicius y un chut de Modric. A partir de ese momento empezó a entrar en contacto con el balón con más regularidad y empezó a contemporizar, esperando que llegara su momento, ya que jugaba con el viento a favor tras el 0-1 de la ida.

Y el momento del equipo blanco llegó en el 34 de forma inesperada. Sportiello se convirtió en el verdugo de su equipo al entregarle un balón a Modric en la frontal del área al fallar en su entrega. El croata se internó y le regaló el gol a Benzema, que marcó sin oposición.

El error del meta del Atalanta resultó funesto para su equipo, que se encontró con un muro que superar para seguir adelante en la competición. La mochila era ya muy pesada.

Los blancos dispusieron de muchos más espacios tras la reanudación para acabar de apuntillar al equipo italiano. Vinicius se convirtió en el gran animador de este segundo periodo con un jugadón en el 52' que no pudo culminar, ya que su disparo se marchó junto al palo tras haber sorteado a cuantos rivales le habían salido al paso. Y seis minutos después provocó un penalti que permitió que Sergio Ramos sentenciara definitivamente la eliminatoria. Toloi le derribó sobre la misma línea y el árbitro no dudó.

ESPACIOS Y OCASIONES

El Atalanta ya no tenía nada que hacer y Zidane pudo empezar a gestionar los minutos pensando en la recta final de la temporada. El partido se abrió y los dos equipos dispusieron de espacios para correr y buscar la portería. Benzema envió un cabezazo al poste (68') tras un rechace del portero a un primer remate del francés, mientras que Zapata puso a prueba en dos ocasiones a Courtois, pero el belga salió ganador del duelo en ambas (67' y 76').

El Atalanta redujo distancias en el 83' con un extraordinario lanzamiento de falta directa que sorprendió al meta blanco. Aunque la alegría le duró muy poco al equipo de Gasperini, ya que dos minutos después Marco Asensio cerró un contragolpe con un remate que pilló a Sportiello a contrapié. Era la primera vez que el mallorquín tocaba el balón y el 3-1 devolvía la tranquilidad al equipo de Zidane.