Pendientes de Hazard
El regreso de Hazard es la prioridad absoluta de Zidane en estos momentos, con vistas a la ya inmediata vuelta del Real Madrid a la Champions League el 7 de agosto próximo en Manchester contra el City de Pep Guardiola.
La recuperación al cien por cien del tobillo derecho del internacional belga es la preocupación más importante para el técnico blanco, a poco más de una semana de la cita más trascendental que le queda al Real Madrid antes de colocar el cierre del curso del coronavirus, que tan bien ha cubierto con LaLiga pero en el que aún siguen soñando con el máximo premio del año.
Eden Hazard ya se entrenó ayer con el grupo, siguiendo el ritmo de sus compañeros, en la segunda sesión de la semana, después del positivo por covid-19 de Mariano del pasado martes.
En un entrenamiento en el que ‘Zizou’ primó el trabajo físico, después de una semana de vacaciones de sus jugadores tras el título liguero, la zona dañada del belga respondió, al parecer, a la perfección pero continúan las dudas para que llegue a punto a la cita con el City en el Etihad.
PLAN ESPECIAL
Perder todos los miedos y recuperar toda la seguridad en el tobillo derecho son las dos fijaciones de Zidane y del plan especial y específico para Hazard ante su vuelta a la alta competición en los apenas nueve días que quedan para reencontrarse en la Champions.
La lesión en el tobillo de Eden no ha dejado de darle quebraderos de cabeza desde el mismo día de su llegada al Real Madrid, hasta culminar con su operación el pasado 5 de marzo en Dallas, en un zona muy delicada para el delantero blanco, puesto que ya tenía implantada una placa de titanio desde hacía tres años antes en una intervención anterior.
Después del oportuno descanso para su rehabilitación, regresó con fuerzas renovadas tras el parón por el coronavirus para disputar los once últimos partidos de LaLiga, pero volvió a recaer de su tobillo y solo pudo jugar cinco.
A sus 29 años es, sin duda, “la peor temporada” de la carrera futbolística de Hazard, según sus propias palabras, en su primer curso en el Real Madrid tras su fichaje del Chelsea, por lo que mantiene entre algodones su dañado tobillo para evitar a su vez el miedo psicológico ante cualquier posible nueva recaída que impida culminar con un broche de oro la temporada.
Zidane se muestra alerta en los entrenamientos para evitar cualquier contacto físico que pueda retrasar la puesta a punto adecuada y a tiempo de Eden para su rentrée.
En la sesión de ayer, pese a que trabajó sobremanera el tema físico con toda la plantilla disponible, con ejercicios de resistencias, sprints y explosividad en la primera parte de la preparación, dejó al internacional belga un poco a su aire para alejarle de cualquier sobreesfuerzo que pudiera perjudicarle en su pronta recuperación antes del duelo clave de la Champions, salvo en el instante final del trabajo táctico con balón y el habitual partidillo.
Además, durante la semana previa de vacaciones, Hazard también cuidó especialmente su tobillo para que no se hinchara demasiado siguiendo las instrucciones de un fisioterapeuta del Real Madrid, que estuvo a su disposición para acelerar su restablecimiento.
Su tobillo derecho, operado dos veces, continúa bajo estricta vigilancia por parte de los servicios médicos del Real Madrid y del mismo Zidane, que confía plenamente, no obstante, en su máxima figura Hazard para que explote y den la sorpresa en Manchester.
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