La previa del derbi copero que se disputará este jueves en el Santiago Bernabéu está siendo caliente también por la nula disposición que está mostrando el Real Madrid a facilitar la presencia de aficionados del Atlético de Madrid en las gradas. El club blanco solo ha cedido un cupo mínimo de 334 entradas, pese a que la entidad colchonera ha solicitado más para responder a las 4.000 solicitudes que ha recibido.
Los responsables madridistas han utilizado como coartada las obras del Bernabéu, aunque nadie olvida que se trata de un veto manifiesto en respuesta a los cánticos racistas en contra del brasileño Vinicius que se escucharon en el Cívitas Metropolitano el pasado mes de septiembre en la Liga y los insultos racistas que los ultras rojiblancos dedicaron a Peter Federico la pasada temporada en el derbi de la Youth League que se disputó en Valdebebas.
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Los dirigentes madridistas no están obligados a entregar un cupo concreto de entradas a los colchoneros, como sí ocurre en la Champions League. Las obras de remodelación son la excusa perfecta para 'castigar' a la afición rojiblanca.