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Zinedine Zidane no ha querido complicarse la vida en su primer once inicial. Frente al Celta, el técnico francés ha optado por resguardarse en su vieja guardia para evitar sorpresas en su regreso al Santiago Bernabéu.
La primera gran decisión llega en la portería, donde Zidane confiará una vez más en la figura de Keylor Navas. En su día, Zizou ya se opuso al fichaje de un gran portero y ahora vuelve a demostrar que su apoyo al costarricense es total y absoluto. En defensa, la otra gran novedad es el retorno de Marcelo. El galo sigue confiando en el brasileño como su gran bastión en banda izquierda.
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La prolongación de la revolución llega hasta el centro del campo, donde Modric y Kroos, dos incuestionables, volverán a estar arropados por Asensio e Isco. El malacitano, relegado al más absoluto de los ostracismos por Solari, regresa a lo grande de la mano de Zidane. Y, por último, Benzema formará tándem con Bale. El galés, ajeno a todas las críticas, gozará de otra oportunidad con un Zidane que lo tiene claro: la vieja estructura de la pasada temporada debe ser la responsable de sacar el equipo adelante en lo que resta de campaña.