Primer fracaso como equipo del Real Madrid de Mbappé

Mal debut blanco en la Liga, salvándose incluso de la derrota ante un Mallorca que acabó el partido como un tiro con tres contraataques en superioridad que no aprovechó

Mbappé debutó con mal pie en LaLiga / Efe

Alejandro Alcázar

Decepcionante imagen del Real Madrid en su debut liguero en Mallorca. Un partido que tenía atado tras el 0-1 de Rodrygo y en el que arrinconó al rival en su área creando un fútbol ofensivo y vistoso, amenazante pero sin definición para acabar sufriendo y evitando la derrota ante un contrario que no se creía el escenario que se había trabajado con paciencia y oficio.

Líneas desconectadas

El Mallorca acabó el partido agazapado en su campo para lanzar tres claros contraataques en superioridad numérica que no aprovechó para llevarse el triunfo. Sacó partido de las facilidades que le dio un Real Madrid sin compromiso defensivo, en el que cada cual hizo la guerra por su cuenta. Solo la calidad individual de algunos de sus jugadores evitó que se fueran de Son Moix con una derrota en su casillero.

Ha sido el primer fracaso como equipo de este ilusionante Real Madrid de Mbappé. Un equipo desconectado entre líneas, sin un referente en el centro del campo que enlace a defensas y delanteros, aunque la salida de Modric dio más sentido al juego, pero era tarde ante el cansancio acumulado de sus compañeros. A esto se unió la falta de reacción de Ancelotti que se olvidó, una vez más, de hacer cambios cuando el equipo los necesitaba.

Apuesta equivocada

El italiano vuelve a demostrar que no confía en la segunda unidad, que solo la utiliza por fuerza mayor y no para sacar adelante compromisos que se encallan como ocurrió ante el Mallorca. Cuando puso a Güler, Brahim y Lucas Vázquez quedaban dos minutos para el final, más otros cinco de alargue que impidieron que se engancharan al juego. El italiano volvió a apostar todo al mismo bloque sin recurrir a un banquillo con jugadores que físicamente están más trabajados.

Es el primer pinchazo del Madrid en una Liga que acaba de arrancar. A su favor que la competición es larga y tiene tiempo suficiente para rectificar. En contra, que tiene mucho trabajo por delante para solucionar los problemas ya no solo defensivos de los que se queja el italiano, sino de construcción en un centro de campo con dos jugadores que trabajan bien sin balón como son Valverde y Tchouameni, pero a los que cuesta repartir juego salvo Bellingham, cuya labor encomendada es jugar más adelantado para enlazar con el ataque.   

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