Como es habitual, un grupo de aficionados se concentró hoy en las puertas de Valdebebas a esperar a que sus ídolos se pararan y les regalaran un momento inolvidable en forma de foto, autógrafo o sonrisa. Hoy, después del entrenamiento del Real Madrid, la situación se alejó del transcurrir habitual y hubo momentos de tensión entre los aficionados concentrados y los jugadores merengues.
Las cámaras de Deportes Cuatro captaron estos momentos de crispación, en la que la ilusión de los concentrados se fue diluyendo a medida que los jugadores pasaban de largo y no se detenían ante ellos. La llegada de Bale fue la que despertó más indignación. Una mujer se puso delante de su coche obligándole a frenar, pero los guardias de seguridad la apartaron y el galés siguió su camino, siendo inalterable pese a los insultos que la mujer le estaba recitando.
Tras este violento episodio, la seguridad privada de Valdebebas se vio obligada a pedir refuerzos, por lo que un furgón de la Policía Nacional acudió al rescate y controló la situación. Sin más altercados, los pocos que todavía mantenían alguna esperanza se dirigieron a una rotonda vecina, pero tampoco hubo suerte.
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Dejando los jugadores de lado, una reunión a lo largo de esta mañana ante Solariu y Florentino Pérez también ha hecho retumbar todas las alarmas del Santiago Bernabéu.