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El Real Madrid se ha retirado a los vestuarios con dos goles de desventaja (0-2) frente al CSKA Moscú en la última jornada del Grupo G de la Champions League.
Pese a que se aseguró la primera plaza del grupo en la pasada jornada en Roma (0-2), el Bernabéu no ha perdonado a sus jugadores la indolencia mostrada y los ha castigado con pitos cuando se retiraban al descanso.
El conjunto blanco ha dispuesto de varias ocasiones de cierto peligro frente al subcampeón ruso, pero de forma paralela se ha mostrado falto de concentración en defensa y le han llegado con demasiada facilidad.
Sobre todo en el último tercio del primer tiempo, cuando han llegado los dos tantos del CSKA obra de los rusos Fiodor Chalov y Giorgi Schennikov, ambos formados en la cantera del club del ejército.
Con los defensas Jesús Vallejo y Javier Sánchez, los medios Marcos Llorente y Fede Valverde, y el atacante Vinicius como titulares, el Real Madrid se ha visto superado por un rival muy inferior en todos los aspectos.
Aunque aún faltan 45 minutos y no sería de extrañar un vuelco en el marcador, llama la atención el escaso amor propio de un conjunto madridista que cayó en el Luzhniki en la primera vuelta ante el CSKA.
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Además, esta derrota parcial con una imagen muy gris de los blancos no es precisamente positiva para un Isco que ha caído hace semanas del once titular y no está convenciendo a Solari.