El peor dilema posible para Ancelotti en el Real Madrid

El Real Madrid afronta un calendario durísimo en lo que resta de 2024. Los blancos se medirán a Leganés (Liga, 24 noviembre), Liverpool en Anfield (27 de noviembre), Getafe (Liga, 1 diciembre), Athletic (Liga, 4 diciembre), Girona (Liga, 7 diciembre), Atalanta en Bérgamo (10 diciembre) Rayo Vallecano (Liga, 15 diciembre), Final de la Intercontinental en Doha (18 diciembre) y Sevilla (Liga, 22 diciembre). Y lo harán con serios problemas para alinear un once de garantías con miembros del primer equipo debido a las lesiones.

Enfermería a rebozar

La enfermería blanca está abarrotada con las bajas por lesión de Dani Carvajal (para lo que resta de temporada), Lucas Vázquez (intentan recuperarlo para Liverpool), David Alaba (lesión de larga duración sin fecha de regreso), Eder Militao (lo que resta de temporada tras ser operado del cruzado este martes), Aurelien Tchouameni (un esguince del que podría volver después de Anfield) y Rodrygo (se lesionó muscularmente ante Osasuna y tiene para un mes).

A todos ellos se sumaba la ausencia de Thibaut Courtois, que se lesionó en Champions ante el Borussia en el que el Real Madrid remontó el (0-2) inicial. El belga pudo acabar el encuentro, pero luego se hizo público que sufría una rotura en el abductor de la pierna izquierda, que le ha dejado tres semanas de baja. Sin embargo, Thibaut estará en disposición de jugar este domingo y luego viajar a Liverpool con el resto del equipo. Será el 'refuerzo' de Carletto para los dos importantes encuentros que jugarán los blancos en Champions en Anfield y en Bérgamo, ante el Atalanta.

Para cubrir las posiciones de central (sin Militao, sin Alaba y sin confianza en Vallejo) y de lateral derecho (sin Carvajal ni Lucas Vázquez) el técnico tendrá que recurrir a dos recursos que no maneja con asiduidad: el banquillo y la cantera. No se trata de una sensación, así lo atestiguan los datos. El Real Madrid es el equipo de la Liga que menos ha utilizado a sus suplentes y que menos cambios ha hecho en lo que va de curso. Y las apariciones de los canteranos en los partidos es casi inexistente, con la aparición de Asencio ante Osasuna, un central que jugó literalmente porque cuando Militao se lesionó solo podía tirar de Vallejo y prefirió no jugársela con el maño, como el día del Alavés.

En estas primeras 12 jornadas, el italiano ha dado 888 minutos de juego a sus suplentes. 888 minutos en los que los futbolistas que salían del banquillo han sumado tres goles y cinco asistencias. El peor balance en minutos, goles y asistencias de los equipos de la Liga, muy lejos del Atlético de Madrid, el club con más minutos y mejor aportación de los suplentes, que suman 1615 minutos y han anotado 6 goles.

Los tres suplentes más utilizados por Ancelotti han sido Luka Modric, Rodrygo y Brahim. El croata ha disputado 174 minutos como suplente, Rodrygo ha llegado a 157 y Brahim suma 131. Los dos últimos han estado lesionados durante un tiempo, y aun así han jugado más que Endrick y Arda. El croata ha firmado una asistencia, mientras que el marroquí es el que más aporta repartiendo dos asistencias y anotando un tanto. El otro gol de un suplente es obra de un Endrick que ha salido del banquillo en ocho ocasiones en Liga, sumando entre todos esos partidos apenas 55 minutos. Arda Güler, por su parte, ni ha marcado ni ha asistido de gol a ningún compañero.

Pocos cambios y tarde

Si analizamos las cifras de utilización del banquillo por parte de Ancelotti, hay datos que llaman poderosamente la razón. El técnico del Real Madrid ha utilizado 48 cambios de 60 posibles, agotando solo en tres de los 12 encuentros de Liga los cinco cambios. Y si vamos más allá, vemos que de esas 48 sustituciones, ocho llegaron antes del minuto 60, siendo la mitad obligadas por lesiones y la otra mitad por un replanteamiento táctico del partido. Además, de las otras 40 sustituciones, 15 se produjeron pasado el minuto 80. Casi un tercio llegó en los últimos diez minutos de encuentro, lo que delata el conservadurismo del italiano. De hecho, la estadística revela que Carletto es el cuarto más tardío de la Liga en hacer sus cambios en Liga, con un promedio de los cambios en el minuto 72. Lo que apenas deja un margen de veinte minutos al futbolista que entra para hacerse notar en el encuentro.

Sobre la cantera hay que apuntar que Asencio ya fue convocado el curso pasado por Carlo Ancelotti, pero fue descartado de la última convocatoria después de ser investigado por presuntos delitos de revelación de secretos y pornografía infantil. Esta temporada Asencio es el único jugador que ha tenido su oportunidad, obligado por las lesiones y la mala planificación veraniega de la dirección deportiva del club, que dirige Florentino Pérez junto a José Ángel Sánchez y Juni Calafat.

Mensaje de Raúl a Ancelotti

Ahora, después de producirse la baja de Lucas Vázquez, que había asumido el rol de Dani Carvajal tras su gravísima lesión, el Madrid no tiene un lateral de garantías al que aferrarse, por lo que Ancelotti prefirió recolocar a Federico Valverde en esa posición. El nombre que más suena en los pasillos del club es el del lateral derecho Jesús Fortea, autor de un gol y de una asistencia ante el Milan en la Youth League. Es un jugador de enorme proyección, pero está muy lejos de ser un jugador del corte que quiere Carletto. El italiano necesita aportar consistencia a la zaga y el ex del Atlético es un carrilero que llega mucho a la línea de fondo rival.

Pese a las dudas que hay en torno a la apuesta por los jóvenes, Raúl González Blanco, entrenador del Real Madrid Castilla, ha elevado el tono para dar la cara por sus jugadores: "La exigencia del primer equipo no es fácil, pero creo que la cantera del Real Madrid está preparada y así se ha demostrado. Sólo hay que esperar esas oportunidades que surgen por las circunstancias y que a lo mejor han llegado a otros clubes por otras situaciones. Lo que está claro es que la mejor cantera del mundo es la del Madrid". Parece que Ancelotti no opina igual, y en caso contrario no opera como tal dando oportunidades a los jóvenes. El italiano nunca ha querido cargar las espaldas de los jóvenes de responsabilidad, y cuando llegan los partidos grandes no es amigo de arriesgar con apuestas por jugadores que no conoce.