Es el eterno debate desde que Karim Benzema dejó de ir convocado a la selección Francesa: si volvería o no. Después de las palabras de Didier Deschamps este sábado, parece que esta posibilidad está descartada mientras el actual seleccionador siga al mando del equipo.
"Es una huella. Incluso si con el tiempo se olvida un poco, no puedo olvidarlo. No está relacionado solo con Karim Benzema. También hay declaraciones de otras personas que llevaron a este hecho violento que afecta a mi familia. Cuando se trata de mi elección de entrenador, la táctica, el aspecto técnico, es algo normal y no importa. Pero en esto se cruza una línea. Afecta mi nombre, mi familia. Para mí, esto es inaceptable. Decir ciertas cosas conduce necesariamente a una agresión verbal o física. Sufro las consecuencias. No podemos olvidar. No puedo olvidar. Nunca lo olvidaré", dijo Deschamps en una entrevista a la radio RTL.
El seleccionador se refiere a unas declaraciones de Benzema en 2016, tras haberse quedado fuera de la Eurocopa: “Deschamps se ha plegado a la presión de una parte racista de Francia”.
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El caso Valbuena en octubre de 2015 desencadenó el conflicto, un conflicto que Benzema aún arrastra. Las relaciones con Deschamps están rotas, y no parece que se solucionen en un futuro demasiado cercano. Deschamps sigue dolido.