Gareth Bale ha vuelto a ser protagonista negativo. Después de recuperarse de la lesión que le arrastraba desde que jugó con su selección y de superar la polémica de la bandera, el delantero galés entró este martes en una convocatoria del Real Madrid. Bale viajó con el resto de la expedición a Brujas para disputar el intrascendente partido de Champions. Una buena ocasión para coger minutos y ritmo de cara a los dos próximos encuentros, sobre todo el clásico del Camp Nou.
Sin embargo, ni una cosa ni otra. Bale se pasó los noventa minutos de juego en el banquillo. Esta vez no fue culpa suya. Esta vez fue Zidane, entrenador del Real Madrid, quien prefirió que el galés siguiera en el banquillo. Una decisión técnica que sorprendió teniendo en cuenta la característica del encuentro y la necesidad de que Bale tenga minutos. Una decisión que parece que no gustó al galés que ya mostró su enfado por no ser titular.
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Bale solo ha jugado 112 minutos con el Real Madrid en los últimos dos meses, aunque todo indica que será titular ante el Valencia en Mestalla y el Barcelona en el Camp Nou.