Cristiano Ronaldo ha sido el hombre más observado en Madrid tras la final de la Champions. Y no será por su rendimiento en Kiev, pues los héroes fueron otros. El portugués confesó que "fue bonito jugar en el Real Madrid" y se lió una grande en el entorno del club merengue. Sin embargo, este domingo parece haber dado marcha atrás en su decisión... al menos de cara a la galería.
Al tomar la palabra en Cibeles, Cristiano no mencionó nada sobre su salida. Al contrario, saludó a su gente y casi confirmó su presencia para la próxima campaña: "Gracias, chicos, y hasta el próximo año".
La frase fue asumida por los seguidores del Real Madrid como un mensaje de optimismo respecto a la continuidad del portugués en el equipo de Zinedine Zidane y un giro en su actitud tras sus declaraciones después de la final ante el Liverpool, a pie de campo.
Posteriormente y ya con la celebración en el Santiago Bernabéu, sus compañeros y afición le cantaron el 'Cristiano, quédate'. A pesar de ello, el portugés no se mojó. Ni siquiera el feudo blanco rendido a sus pies le sirvió para anunciar que su continuidad.
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Desde la directiva le apretaron las tuercas al astro luso para que no agitara lo que iba a ser una celebración con toda la afición merengue en Madrid, y tal parece que dio resultado. No se sabe si lo de 'verse el próximo año' fue una frase para quedar bien con los hinchas o sí, finalmente, se arrepintió de irse.