El City también sucumbe al síndrome de la épica del Bernabéu

El Real Madrid volvió a salvar un 'match ball' en el último suspiro y firmó una nueva remontada al amparo del Santiago Bernabéu que le permitirá disputar su decimoséptima final de la Champions League.

Igual que en su día hicieron el PSG y el Chelsea, el Manchester City tiró por la borda el botín que había acumulado en los 180 minutos de la eliminatoria al dejarse avasallar por el equipo de Ancelotti en unos últimos minutos de locura.

Rodrygo se erigió en el héroe blanco al marcar dos goles con apenas dos minutos de margen que neutralizaron el tanto de Mahrez. Un penalti forzado por Benzema en el arranque de la prórroga que se encargó de transformar el propio delantero francés selló el pasaporte blanco a la final de París, donde se medirá una vez más al Liverpool.

El partido arrancó como se preveía. El equipo blanco recurrió al toque de corneta para meter presión a su rival en los primeros minutos y los ingleses tardaron algo más de la cuenta en dejar de lado el instinto especulador que habitualmente exhiben los equipos que van por delante en el marcador. Los acelerones locales se tradujeron en un par de remates desviados de Benzema (4' y 12').

Al City le costó cogerle el hilo al partido y volver a mostrar el fútbol exhibido en la ida. De Bruyne dio el primer aviso en el 15' con un disparo desde lejos. En los minutos siguientes el equipo de Guardiola hizo sufrir a los blancos, aunque sin llegar a avasallarles como en el primer partido. Courtois volvió a aparecer para evitar que Bernardo Silva adelantara a su equipo después de un error de Militao y Gabriel Jesus probó suerte poco después desde la frontal.

Al Real Madrid le costó volver a aparecer en el área inglesa, anque poco a poco logró sacudirse el dominio del City y el partido se igualó en el tramo final del primer tiempo. Foden dispuso de la última ocasión antes del descanso, pero Courtois volvió a rechazar su comprometida volea.

IMPUNIDAD

El equipo de Ancelotti llegó vivo al descanso, gracias sobre todo al colegiado italiano Daniele Orsato, que incomprensiblemente miró hacia otro lado cuando Casemiro frenó primero a De Bruyne por detrás (7') y luego a agarro la camiseta de Foden (33') y no le mostró ninguna amarilla. El centrocampista brasileño debió haber sido expulsado, pero una vez más gozó de impunidad.

El Real Madrid salió de los vestuarios con el cuchillo entre los dientes consciente de que necesitaba un gol para igualar la eliminatoria. Los blancos dispusieron de una gran ocasión tras el centro inicial, aunque Vinicius desaprovechó el gran centro de Carvajal y remató muy desviado solo en el segundo palo.

Los blancos hicieron sufrir al City aprovechando la velocidad de Vinicius, que puso a Walker contra las cuerdas en muchos momentos. Los de Guardiola no estaban finos con el balón pese a que en algunos momentos trataron de dormir el partido. Las imprecisiones se lo impidieron, aunque poco a poco lograron frenar el ímpetu local.

A LA DESESPERADA

El partido y la eliminatoria pareció decantarse definitivamente a favor del equipo de Guardiola en el 73', cuando Bernardo Silva sacó petróleo de la presión desesperada de los blancos para cruzarse medio campo sin oposición y plantarse en la frontal del área y ceder el balón a Mahrez, que se sacó de primeras un zurdazo que hizo enmudecer el Bernabéu.

En el tramo final, con el Real Madrid volcado, el City dispuso de dos claras ocasiones para sentenciar el partido, pero Courtois rechazó el disparo de Cancelo y ni Grealish ni Foden pudieron culminar un rápido contragolpe y Mendy sacó el balón bajo los palos.

Rodrygo devolvió la esperanza a las gradas con un gol en el último minuto del tiempo reglamentario, pero la épica volvió a aparecer cuando el delantero brasileño cabeceó un centro de Carvajal en el 91' para devolver la igualdad a la eliminatoria.

La prórroga arrancó con un penalti forzado por Benzema, que fue derribado de forma absurda por Ruben Dias. El francés no falló y provocó el delirio de un Bernabéu que volvía a frotarse los ojos incrédulo por la reacción de su equipo y la enésima remontada.

El City tuvo el 3-2 a su alcance en el último suspiro de la primera parte de la prórroga, pero Fernandinho no acertó solo en el segundo palo.